Hace 2 años | Por desdeluego a eldiario.es
Publicado hace 2 años por desdeluego a eldiario.es

Steve Wood estuvo desplegado en Guantánamo en 2004. Sigue en contacto con el prisionero que custodiaba, se ha convertido al Islam y cuenta las secuelas del trabajo en el limbo legal que creó la Administración Bush. “No hay un solo día que no piense en Guantánamo”, explica a elDiario.es Steve Wood. Cuando el soldado llegó a Guantánamo en 2004, como miembro de la Guardia Nacional de Oregón, tenía 24 años. La operación duró un año y nunca más ha vuelto a pisar la base militar de Estados Unidos en Cuba.

cocolisto

Un relato que nos hace humanos y demuestra que la tortura no sólo hiere al detenido sino al ejecutor.
Sé que no va a tener muchas lecturas pero agradezco que estos envíos se difundan.Gracias #desdeluego.

desdeluego

#1 Gracias por comentar. Lo que resumes es lo más interesante del envío.

Recomiendo también leer a Günther Anders que reflexiona sobre, precisamente, los "verdugos como víctimas", como el piloto de Hiroshima que con su trabajo ayudó a cargarse a medio millón de personas. Es un caso extremo pero nos hace ver que hoy día hay situaciones y acciones humanas que se escapan de nuestra comprensión moral.