El Dioni (Madrid, 1949) es mejor que cualquier protagonista del fenómeno del momento, La Casa de Papel, por una razón escueta y profunda: él es real. Cantante. Campeón de ajedrez. Vendedor en una papelería. Actor porno. Caradura carismático. Tirador brillante. Conductor suicida -pero evasivo-. Currito herido. Concursante de realitys. Villano aclamado por el pueblo. Villano que es como el pueblo. Empresario. Creyente. Bandolero posromántico. Lazarillo de Tormes. Superviviente. Escritor. Reliquia folclórica nuestra.
Comentarios
#2 No se notaria mucho la diferencia.
Hace mucho que no saca disco.
#1 Tiene un cáncer en una cuerda vocal (según contó él mismo)
Demasiados adjetivos y faltan sinverguenza y tonto. sinverguenza por robar y tonto por dejarse pillar.
¿Que dónde escondería 140 millones? En el fondo de mis fosas nasales.