Hace 2 años | Por tiopio a informacion.es
Publicado hace 2 años por tiopio a informacion.es

Si algo no se podía perdonar al jefe del gobierno Eduardo Dato era, entre tantas otras cosas, la aplicación de la Ley de Fugas a partir del 20 de Enero de 1921. Aquello favorecía la guerra sucia oficial contra el movimiento sindical. La resolución estaba tomada, el anarquismo debía de dar un paso adelante en la propaganda por el hecho. Dato estaba condenado. Pedro Mateu, Nicolau Fort y Ramón Casanellas formaban parte del comando. Su juventud libertaria rebosaba idealismo y conciencia de clase. "Èramos tres jóvenes con vida sindical intensa y…