Publicado hace 2 años por maese a evolucionyneurociencias.blogspot.com

La meritocracia alienta a que quienes tienen éxito crean que éste se debe a sus propios méritos y que, por tanto, merecen todas las recompensas que las sociedades de mercado otorgan a los ganadores. Pero si los que tienen éxito creen que se lo han ganado con sus propios logros, también tienden a pensar que los que se han quedado atrás son responsables de estar así.

Comentarios

D

Veo también un riesgo que sea más cómodo para muchos que, aún naciendo en una época y sociedad con bastantes oportunidades como la nuestra, no esforzarse por la teoría de que la situación socioeconómica se debe al azar o a que las cartas de los que triunfan están marcadas.

WcPC

#1 Es que "se debe al azar y las cartas de los que triunfan están marcadas."
No es una impresión, es así...
Si el esfuerzo fuera un factor relevante en comparación con el azar o con "lo marcadas que están las cartas" cualquier mujer de Namibia que consigue criar a su familia sería más famosa que el Bezzos o Gates....
Porque solo el conseguir agua o medicinas para su descendencia requiere más "esfuerzo" de una mujer anónima de Namibia que el desplegado por ambos multimillonarios en sus años al frente de sus empresas.

D

#2 Cuando decía "época y sociedad con bastantes oportunidades como la nuestra" era refiriéndome a la situación actual de un país bastante desarrollado como el nuestro. Desde luego pensar que existe un sistema meritocrático a nivel global es absurdo.

WcPC

#3 A ver colega... Si crees que en la mente de las élites existe mucha diferencia entre la mujer de Namibia y tú es que no has leído mucha historia, no sabes como están compuestos los consejos de administración de las grandes empresas españolas, no sabes como está distribuida la riqueza en España o en Europa, nunca has tratado con gente rica de verdad y tantas otras cosas que no me voy a poner a explicarte a la 1am

El mérito es una mierda enorme, moralidad de perrito faldero como las que inculcaban los señoritos para mantener a los que les gestionan las fincas en una perpetua competición para ver quien somete más al que está un poco más abajo....
Pero no te equivoques, por mucho que compitas por lamer las botas nunca vas a poder sentarte en la mesa del señorito...
Lo que era verdad en "los santos inocentes" sigue siendo verdad ahora...
La diferencia es que las "sobras" del señorito son mucho más grandes...
Y eso es algo que el cambio climático y la falta de recursos energéticos está poniendo en duda ahora.

D

#5 Yo no lamo las botas de nadie, colega. Me limito a vivir mi vida y como sí he leído algo de historia a sentirme afortunado por la época y país en el que he nacido.

WcPC

#6 Digo que la cultura de la meritocracia es equivalente a la mentalidad con que se buscaban los encargados del terreno los señoritos y que eso es lamer botas...

RoyBatty66

Cojonudo el artículo

El primer problema es que la situación de partida no es igual para todos y todas las personas no tienen las mismas oportunidades en la vida. Por ejemplo, los padres adinerados son capaces de transmitir sus privilegios a sus hijos dándoles ventajas educativas y culturales que les permiten ser admitidos en las universidades con respecto a los alumnos de clases más pobres. Por citar sólo un dato de los muchos que da Sandel sobre el sistema educativo estadounidense, en las universidades de la denominada Ivy League (que incluye a las universidades de Brown, Columbia, Cornell, Dartmouth College, Harvard, Pensilvania, Princeton y Yale, algunas de las más prestigiosas de Estados Unidos) hay más estudiantes que pertenecen al 1% de las familias con más ingresos del país que al 60% con menos ingresos.

“El segundo problema de la meritocracia tiene que ver con la actitud ante el éxito. La meritocracia alienta a que quienes tienen éxito crean que éste se debe a sus propios méritos y que, por tanto, merecen todas las recompensas que las sociedades de mercado otorgan a los ganadores.



Pero si los que tienen éxito creen que se lo han ganado con sus propios logros, también tienden a pensar que los que se han quedado atrás son responsables de estar así.

Así que el segundo problema de la meritocracia es un problema de actitud ante el éxito que lleva a dividir a las personas en ganadores y perdedores. La meritocracia crea arrogancia entre los ganadores y humillación hacia los que se han quedado atrás”.

Si la meritocracia es un problema, ¿cuál es la solución? ¿Tenemos que contratar a la gente por el parentesco, la amistad o cualquier otra consideración en lugar de por su capacidad para realizar el trabajo? No. Superar la tiranía del mérito no significa que el mérito no deba jugar ningún papel en la adjudicación de puestos de trabajo o de roles sociales. Se trataría más bien de repensar la manera en la que concebimos el éxito y Sandel propone dos campos en los que esta reflexión es especialmente necesaria: la educación y el trabajo.

La globalización ha beneficiado a las personas con estudios superiores y ha perjudicado a los que no los tienen. De 1979 a 2016, los empleos en la industria manufacturera en EEUU han caído de los 19,5 a los 12 millones. En los años 70 el CEO de una gran compañía ganaba 30 veces más que un trabajador medio; en 2014 ganaba 300 veces más. Los ingresos medios de los trabajadores varones se han estancado en el último medio siglo.

#meritocracia

Ignitum

Cada vez admiro más a Santos Discépolo por su Cambalache: ¡Me cisco en la igualdad!