Tras un final de curso escolar anómalo, con multitud de situaciones inéditas, la sensación que predomina ahora entre los docentes y las familias es la de incertidumbre. Estamos saturados de propuestas vacías, mensajes de calma (que aterran más que tranquilizan) y campañas publicitarias triunfalistas que muestran centros educativos teatralizados que no existen, con niños listísimos, educadísimos y respetuosísimos de las normas que disfrutan de aprender en pequeños grupos, rodeados de alta tecnología y respaldados por implicadísimas familias...
Comentarios
Muy bien explicado con elementos prácticos y reales del día a día de lo que sucederá y está pasando
Cuando acabó el cole oí a los políticos hablar pero luego veía las “no contrataciones”, las no reformas, las no... Mira que han teñido meses para prepararse ante lo evidente, pues no.
Me temo lo peor y cuando venga todo serán lamentos y grandilocuentes palabras que no sirven para nada.
En los colegios sí que hay que invertir porque a los niños no se les puede decir “haz esto” y que lo haga. Si no lo hacen ni los adultos...
Cito:
“ No es momento de que los políticos se pongan a manipular, a tirarse los trastos a la cabeza y a reclamar competencias como herramienta política para secuestrar la educación plegándola a sus intereses sino de tener altura de miras”
En su día pensé “si en Espańa hay una guerra nos estamos tirando los trastos a la cabeza hasta que invadan el último pueblo”.
Esto ha sido lo más parecido y sí, ha pasado. Me avergüenzo
#2 a mí me suena a una mezcla entre lo ocurrido en los geriatricos y en los hospitales con la diferencia de que aquí han tenido más de 5 meses para prepararse.
No me cabe duda de que los colegios abrirán en contra del criterio de docentes y padres y la semana, en cuanto se den los primeros contagios, cerrarán.
#3 tambien es probable que empecemos directamente con clases online, pero vamos, estoy de acuerdo contigo...
Sino todo lo contrario.