Aquel hombre que se refugiaba de noche en un cajero de Fuenlabrada había trabajado desde los 17 años. Juntaba unos 1.200 euros al mes. Compartía piso, iba al cine y al teatro, era seguidor del Real Madrid. En marzo de 2020 enfermó. La pandemia se tragó ingresos, ahorros y salud. Dos semanas en la calle le debilitaron hasta el límite. "Pensé que no iba a salir".
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