Hace 12 días | Por ccguy a hipertextual.com
Publicado hace 12 días por ccguy a hipertextual.com

Por primera vez, AstraZeneca reconoce que su vacuna contra la COVID-19 puede causar trombosis y pide que se retire su comercialización. Lógicamente, estos titulares han impulsado muchos “os lo dije”. Se ha alentado a la denuncia y el linchamiento social de los científicos y comunicadores que en su día defendieron la administración de esta vacuna. ¿Pero realmente ha cambiado algo?

wachington

#1 ¿Has leído la noticia?

Hay diferencias en el texto

Alakrán_

#2 ¿Puedes enumerar las diferencias? Para ver si se me escapa algo.

wachington

#3 Pues nada más empezar a leer este envío, se lee esto:

Muchísimos medios de comunicación se están haciendo eco de la noticia que tantas personas esperaban escuchar. Por primera vez, AstraZeneca reconoce que su vacuna contra la COVID-19 puede causar trombosis y pide que se retire su comercialización.

Lógicamente, estos titulares han impulsado muchos “os lo dije”. Se ha alentado a la denuncia y el linchamiento social de los científicos y comunicadores que en su día defendieron la administración de esta vacuna. ¿Pero realmente ha cambiado algo?

Muchos de estos titulares no están siendo rigurosos en las afirmaciones. No es la primera vez que AstraZeneca reconoce los casos de trombosis. Es la primera vez que lo hace en un documento legal. La ficha técnica de su vacuna contra la COVID-19 lo indica prácticamente desde el inicio de su administración. En realidad, la única diferencia es que ahora los tribunales de muchos países están admitiendo las demandas de algunos de sus ciudadanos por daños ocasionados por la vacuna. Esto ha obligado a la compañía farmacéutica a declarar oficialmente en un texto legal lo que en ningún momento han negado: que su vacuna puede causar efectos secundarios graves. Igual que el ibuprofeno, el nolotil, los anticonceptivos y un largo etcétera de fármacos.