El relato de hechos es brutal. La víctima es una joven con una incapacidad del 48 por ciento y "trastorno de la marcha complejo" que afecta a su movilidad. El condenado actuó "consciente de su vulnerabilidad y con ánino lascivo" y la invitó a una pensión cercana, donde acudía a veces con otras mujeres. Allí la violó "tan brusca e intensamente" que le provocó un desgarro vaginal de 10 centímetros. Sobre la pena, el Supremo señala que la pena ahora oscilaría entre los siete y quince años de prisión, que es más beneficiosa que la anterior.
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Me la quitótiopio