Son las 8:00 de la mañana. Para algunos apenas acaba de empezar el día. Levantarse, abrir el frigorífico y preparar el desayuno parece una rutina muy normal. Pero esa no es la realidad de, por lo menos, 33.000 personas en situación de pobreza severa en Baleares. Las engrosan personas que no tienen ingresos, o son muy escasos, y no llegan a final de mes. Una bolsa de comida con alimentos básicos es un dolor de cabeza menos en el desafío de superar el día sin hambre.
Comentarios
Hace 4 años estuve trabajando en un servicio de reparto de comida del ayuntamiento de Palma que llevaba a cabo la Cruz Roja (para mayores de 65, discapacitados...). Por aquel entonces había casi 700 usuarios y en demasiados casos se te hacía un nudo en la garganta viendo las condiciones en las que vivían.
En mayo estuve hablando con la jefa, me explicó que desde marzo se habían multiplicado las peticiones para acceder a este servicio. No me quiero ni imaginar como estarán ahora después de un verano en el que la mayoría de los que viven del turismo no han trabajado.