A lo largo de los años han sido varios los profesionales de la comunicación que han faltado al código deontológico dando por ciertas informaciones falsas o inventándose historias para escribir un tema. Para Elsa González, presidenta de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), la peor repercusión que tiene para el colectivo de periodistas que alguno de sus miembros mienta es “sin duda, la pérdida de credibilidad”. Una consecuencia de difícil solución, puesto que recuperar la confianza de la sociedad requiere mucho tiempo.
Comentarios
Han ido perdiendo credibilidad conforme han ido escribiendo para los intereses de las élites que les pagan.
#1 Amén.
Ahora todos saben de lawfare mentiras bulos y persecuciones, cuando los que denuncian han sido parte activa, ojala se llegara a evitarlo , pero hasta que se concrete y se aporten soluciones reales y se apliquen.
Palabras ilusiones deseos tiene todo el mundo, hasta los ladrones pidiendo justicia.
#6 Lo último me ha recordado al Fantástico Granados Trigo Limpio.
https://www.antena3.com/noticias/espana/mejores-frases-granados-corrupcion_2014102857228c674beb28d446ff1054.html
Autocrítica del Confidencial?
No caerá esa breva...
Las razones que esgrimen los periodistas que mienten para faltar al código ético propio de su profesión son un misterio.
¡Qué buen tema para que investiguen Inda, Ferrerrass y cía!
Si es que hay que (f)reirse.
Publicar mentiras no es ilegal. Yo puedo publicar que el cielo es verde y no sería ilegal.
Lo ilegal es cuando esas mentiras atentan contra el honor, reputación y presunción de inocencia de una persona.
Además, el mayor propagador de bulos es el propio gobierno. ¿O ya nos hemos olvidado del Comité de Expertos que tomaba las decisiones durante la pandemia y luego resultó no existir?