Durante el terremoto del pasado 16 de septiembre en Chile, Dámaris Carrimam (20), operaria de un peaje en la Autopista Los Libertadores, levantó las barreras del peaje para que los autos pudieran pasar gratis y así evitar que pusieran en riesgo su vida. Su acción le valió amenazas de descuento de sueldo y la ira de su jefa de turno. Aquí reflexiona sobre Chile, el individualismo y los empresarios. “La naturaleza de nuestro país no nos permite deshumanizarnos”, asegura.
Comentarios
Hombre yo tener muchos jefes y no saber que ser terremoto
La mayoría de los terremotos también.
La democracia más desarrollada del sur de América, le llamaban algunos.
estos mierdas a los que les dan un pizca de poder sobre el resto de sus compañeros y se comportan como si la empresa fuera suya no pueden dar mas asco.
Si haces bien el trabajo y eres útil no entiendo la razón para temer a nadie. Otra cosa es que tengas un empleo de mierda o que el mierda seas tu y se te pueda sustituir por un palo.
#5 Ya ¿Pero si el trabajo es bueno y lo haces bien, pero el jefe resulta ser un hijo de la gran puta?
#6 entonces plantale cara, o pretendes estar acojonado el resto de tu vida por un capullo.