Publicado hace 1 mes por correctisimo04 a diarioveterinario.com

El estudio titulado "La Salud Mental en la Profesión Veterinaria", llevado a cabo por Boehringer Ingelheim junto a la UNED, revela datos como que el 91,2% de los entrevistados se siente triste cuando falla en algo relacionado con el trabajo

Gotsel

Oí por ahí que es una de las profesiones con más alta tasa de suicidios (pero por la facilidad de acceso a métodos farmacológicos letales)

RTZ

Tiene que ser duro ver tanto animal sufriendo o siendo sacrificado, pero bueno, después van a casa y se comen una hamburguesa de ternera y se les pasa.

B

#2 Y se limpian la grasilla de la comisura con billetes de 500€, no olvidemos ese detalle.

volandero

#2 Seguro que a ti no te gusta ver a un niño recibiendo una paliza, pero bueno, después te pones a tontear con tu móvil fabricado con el coltán que extraen los niños esclavos en Congo y se te pasa.

A

En los nuevos barrios donde antes todo esto era campo los primeros negocios que abren son:
-Chinos, con productos de bricolaje para las nuevas viviendas, cinta carrocero, brochas, disolvente, etc
-Bares/restaurantes, para que coman los obreros que trabajan en la promociones de viviendas y los nuevos vecinos tengan disponible el verdadero ocio español; tomar una caña en una barra
-Clinicas veterinarias; en pleno boom de la mascotamanía, es raro qué los nuevos vecinos nos tengan mascotas.

No sé por qué lloran ahora los veterinarios si están en la edad de oro de la mascotas. Antes era raro que hubiera una clínica en cads barrio, teniendo que ir a otro barrio si necesitabas un veterinario y ahora en cads barrio hay varias clínicas veterinarias e incluso como digo son de los primeros negocios que se implantan en barrios nuevos...

l

#3 Guay. Y leer la noticia nada, ¿No?

A

#7 "Hemos detectado que usas un bloqueador de anuncios. Por favor desactiva tu bloqueador o añade esta página a una lista blanca"

Khadgar

#8 Más del 60 % de los veterinarios españoles se sienten mentalmente agotados

El estudio titulado "La Salud Mental en la Profesión Veterinaria", llevado a cabo por Boehringer Ingelheim junto a la UNED, revela datos como que el 91,2% de los entrevistados se siente triste cuando falla en algo relacionado con el trabajo

Siguiendo su compromiso con la salud y el bienestar de los pacientes, clientes y socios, Boehringer Ingelheim ha presentado, junto a la UNED, los resultados del estudio sobre los factores estresores de la profesión veterinaria en España. Todo ello con el afán de poner sobre la mesa la salud mental del veterinario para visibilizar, sensibilizar, fomentar el autocuidado e incitar cambios en el ecosistema.

La cita ha tenido lugar hoy, 22 de marzo, en la Facultad de Educación de la UNED. Más concretamente, la presentación del estudio, titulado "La salud mental en la profesión veterinaria", ha comenzado con la participación de Rosa María Martín Aranda, vicerrectora de la UNED, y Elena Gratacós, directora Gerente del área de Salud Animal en Boehringer Ingelheim Animal Health España.

Martín Aranda ha celebrado este estudio de gran importancia y ha agradecido a Boehringer Ingelheim y al equipo de investigación que dirige Amparo Osca, profesora titular de la UNED. Seguidamente, Gratacós ha tomado el turno de palabra, quien ha lamentado que aún no se aborda este tema con la profundidad que se debería, pero que sí es muy importante para Boehringer. “Somos una compañía que somos referente en el sector y que intenta trabajar lo más cerca posible de la profesión veterinaria”, ha señalado. Con respecto a este estudio, ha expuesto que, actualmente, los niveles de estrés van creciendo: “Somos conscientes de que este es un tema propio de la sociedad en general, pero hay determinadas profesiones de alta demanda, como la Veterinaria, que están siendo afectadas de manera más sensible”.

Asimismo, Lorena Millán, psicóloga y veterinaria responsable del Departamento de Diagnóstico por Imagen del Hospital Clínico de la Facultad de Veterinaria de la ULE, ha presentado la ponencia "Visibilizando el estrés laboral en la profesión veterinaria, origen del estudio". “Esta profesión es de un alto grado de estrés”, ha señalado tras hacer una panorámica sobre sus primeras inquietudes acerca de este fenómeno que afecta especialmente a la Veterinaria. Asimismo, sobre el origen de este estudio, ha recalcado que “tras realizar el TFG, fue cuando volví a contactar con Amparo, quien había sido la tutora del trabajo, y contactamos con Boehringer”.

Posteriormente, Millán ha entrado en detalles acerca de las fuentes de estrés en la profesión. “En general, una gran mayoría somos veterinarios autónomos; esto hace que la carga de trabajo sea muy extensa”, ha recalcado sobre una de las cuestiones que afectan a la profesión. Asimismo, ha explicado que, además de muchas horas de trabajo, no hay tiempo para recuperarte emocionalmente ante ciertos casos. También ha recalcado el tema de la conciliación laboral con la maternidad: “Yo que soy madre, la conciliación, aunque ahora ha mejorado, he tenido dificultades para organizarme”.

Además, ha señalado otras preocupaciones, como el tema de la disponibilidad fuera del trabajo y las horas de urgencia; la falta de comprensión de algunos clientes; o el hecho de “trabajar solo”, que sucede en muchas clínicas veterinarias, y “al final llegas a casa con una carga muy importante”. Otro de los problemas es que “tenemos una exposición a la muerte muy frecuente”, ya que los animales tienen una esperanza de vida mucho menor. Por otra parte, sigue habiendo un “trato negligente y abuso” de los animales, “que nos afectan especialmente”. Finalmente, como mensaje hacia la profesión, ha comunicado que “todos pasamos por cosas muy parecidas y hay que empezar a hablar de ello para apoyarnos los unos a los otros”.

En cuanto a los resultados de las entrevistas para el estudio, Millán ha señalado que los veterinarios de grandes animales que tenían que hacer largos traslados tenían estresores muy similares a los veterinarios de pequeños animales debido a sus largas jornadas. “No eran exactamente los mismos estresores, pero estaban bastante afectados”.

Por su parte, Amparo Osca ha presentado la Metodología y resultados del estudio. Para iniciar su participación, ha comentado que “tenemos que estar agradecidos a todos los veterinarios y veterinarias que han participado en el estudio, no solo por la información, sino también porque tuvieron que rememorar situaciones muy duras”.

En este marco, ha recordado que la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo señala unos riesgos psicosociales emergentes, como la “carga emocional”. La particularidad de la medicina Veterinaria, ha recalcado Osca, es que hay un elemento en esta carga, que es la mascota, que es fundamental para la familia: “Eso genera una carga emocional en la interacción con el dueño de la mascota; hace que sea más difícil porque el animal es indefenso, por lo que los dueños sienten la necesidad de protegerlos más”. También ha señalado lo complejo que es recuperarse de la fatiga emocional.

Hay que recalcar que el estudio es de gran notoriedad por el tamaño de las muestras, porque incluye dos estudios y por las diferentes variables analizadas. Acerca del método para realizar el estudio, Osca ha subrayado que “este cuestionario es específico para veterinarios”.

En cuanto a los resultados, ha concretado que más del 60 % de los encuestados se sienten mentalmente agotados. En este sentido, “si somos capaces de identificar las fuentes de estrés, podemos prevenirlos”, ha señalado sobre la importancia de anticiparse a los síntomas. En cuanto a las fuentes de estrés, se encuentra la sobrecarga de trabajo, el conflicto familia-trabajo, las demandas emocionales, los factores organizacionales, los problemas de urgencias y los problemas de los veterinarios autónomos.

Un dato preocupante es que un 91,2 % de los entrevistados ha señalado que se siente triste cuando falla en algo relacionado con el trabajo. “Se nos queman los mejores”, ha advertido Osca acerca del hecho de que, precisamente, los más implicados son los que se queman antes. Asimismo, ha recalcado que los grupos más susceptibles para sufrir estrés son las mujeres, los más jóvenes, los autónomos y los profesionales que atienden a pequeños animales.

Para finalizar, ha advertido de la necesidad de trabajar en la concienciación y realizar programas de prevención, como campañas informativas o formación. De igual manera, es importante poner el foco en los veterinarios susceptibles de sufrir problemas y en los profesionales con síntomas graves que necesitan la intervención de expertos en salud mental.

Asimismo, Osca ha comunicado que se van a realizar tres talleres, vinculados con los resultados de los estudios, de la mano de Purificación Sierra, Marta Isabel Díaz García y la propia Amparo Osca. Cabe destacar que se desarrollarán en los meses de abril, mayo y junio.

Tras una pausa, ha habido más ponencias. Primeramente, de la mano de Núria Tabares, veterinaria y experta en coaching y neuromárqueting, quien ha disertado sobre las “estrategias de supervivencia” a la hora de manejar el burnout veterinario. Concretamente, ha puesto como ejemplo el caso de Enrique, un veterinario que padece este síndrome. Posteriormente, Jaime López Reyero, vicepresidente de CEVE España, ha señalado que “nosotros representamos a un sector productivo donde los veterinarios trabajan”, haciendo referencia a la confederación, y ha señalado que una de las cargas mayores del sector es la gran cantidad de autónomos.

Por su parte, Natividad Pérez Villalobos, vicedecana la Facultad de Veterinaria de Veterinaria en Universidad Europea de Madrid, ha dedicado su intervención al tratamiento de burnout desde el plan de estudios y ha señalado algunas causas abordables de este síndrome desde la universidad. Finalmente, Manel López Béjar, decano de la Facultad de Veterinaria de la UAB, ha hablado sobre el perfil de los futuros graduados en Veterinaria. Concretamente, entre los retos que se enfrentan, se encuentran la revaloración de la profesión, la formación continua, el estrés y el ámbito laboral. Igualmente, ha destacado el problema de la migración de los graduados y el salario.

A

#10 El llanto del hostelero en versión veterinaria. Tal vez, antes, se debería de conocer el resto de profesiones. Todo lo que narra, lo vivo en mis propias carnes también como autónomo.
La solución? Te untas en aceite para que todo te resbale, apagas el tlf, echas el cierre y mañana será otro dia.

Khadgar

#12 Claro, claro, claro. ¿Cómo se atreve la gente a hablar de sus problemas cuando está claro que los tuyos son más peores? lol

A

#13 Yo no lloro, ni me quejo. Esto es puro llanto de mujer veterinaria que se cree que está 12 horas picando piedra o recibiendo 100 llamadas al dia. Los veterinarios son unos privilegiados, la mayoría trabajan por su cuenta, tienen clientes y no estan para llorar.

Salu2

Khadgar

#14 Muy interesante, pero ten cuidado no te claves el palillo en el paladar, que las heridas en la boca son muy puñeteras.

Khadgar

#8 Y toma, anda, que veo que te hace falta: un bloqueador en condiciones.

Khadgar

#3 La tasa de suicidio de los veterinarios, superior a la media de la población.

Aunque, sinceramente, creo que me estoy empezando a arrepentir de poner esto porque hasta es posible que lo encuentres gracioso y todo.

Dj_Skala

Sobre todo en España, muchos veterinarios se sienten mentalmente agotados al contar los billetes que ganan en efectivo, temiendo tener que declarar realmente sus ingresos si optaran por utilizar un datáfono

K

No como las enfermeras y auxiliares, los albañiles o los marinos, que acaban el día bailando la conga.
A ver si la salud mental ya la tiene algo chunga el que acaba ahí...