Publicado hace 15 días por armadilloamarillo a cgtbarcelona.org

En Jardinets de Gràcia a las 11h30’. La CGT no puede permanecer en silencio mientras los salarios pierden poder adquisitivo, la vivienda se encarece sin límite, los alimentos de primera necesidad de una dieta equilibrada son intocables, el Euribor hace imposible en muchos casos el pago de las hipotecas, los alquileres, liberalizados sin control, la luz y los servicios básicos están por las nubes, llevando cada vez a más personas a la pobreza y la indigencia. Mientras tanto, bancos, energéticas y grandes empresas obtienen cuantiosos beneficios.

Comentarios

Adelante compañeros. ✊ 🔥

B

¿"Contra" la precariedad laboral?

Me parece que se está dejando en mal lugar a todas esas personas, éticas e inteligentes, que, en ejercicio de sus legítimos derechos, consideran que la pobreza y la precariedad son circunstancias estupendas, tan estupendas como para incluso defender como un derecho el poder hacer nacer, y criar, a sus propias proles en ellas, a que sus proles también les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como esas personas progenitoras los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.

El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.

El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.

Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.

Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.

La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.

No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.

Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.

A seguir defendiendo como un derecho el poder hacer nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, porque es importante que las huelgas y las protestas no decaigan, y así vuestras proles seguirán haciendo huelgas y protestando en el futuro.