Llama poderosamente la atención la indiferencia del conglomerado mediático, que dice defender la libertad de expresión, y que recibió los primeros aportes de WikiLeaks: The Guardian, LeMonde, Der Spiegel, El País y New York Times y que los usó como les dio la gana, guardándose mucha información, administrándola, infantilizando a las audiencias, como si no fueran capaces de zambullirse en los documentos que WikiLeaks había recibido.
Localmente hay un tal Pablo González. En otras ocasiones hubo unos tales Egunkaria, y anteriormente un Egin, Egin Irratia etab. y lejos de callar la mayoria aplaudió.
Si un NPC de Rusia o China plantea si quiera la posibilidad de filtrar secretos de estado al mundo, antes de decir "yo sé.." termina cayendo de una ventana de una prisión siberiana en una montaña de Uranio 235
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Localmente hay un tal Pablo González. En otras ocasiones hubo unos tales Egunkaria, y anteriormente un Egin, Egin Irratia etab. y lejos de callar la mayoria aplaudió.
Assange corrió muchos velos, ese su delito; ese, al mismo tiempo, su gran aporte.
Si un NPC de Rusia o China plantea si quiera la posibilidad de filtrar secretos de estado al mundo, antes de decir "yo sé.." termina cayendo de una ventana de una prisión siberiana en una montaña de Uranio 235
#FreeAssange