Las principales aplicaciones de mensajería instantánea “no pueden garantizar la seguridad de la información”, según la Primera Ministra Élisabeth Borne; ha dado de plazo hasta el 8 de diciembre a los miembros del Gobierno francés para que instalen Olvid y dejen de utilizar WhatsApp, Telegram o Signal. Borne explica que los datos que se intercambian en aplicación francesa están “cifrados de extremo a extremo” y “se borran en cuanto se recibe el mensaje”. El uso de Olvid complementará el despliegue de Tchap, para la administración.
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#0 De la noticia:
La orden (...) está dirigida a ministros, secretarios de Estado y al personal de sus gabinetes. El documento explica que “las principales aplicaciones de mensajería instantánea destinadas al público general desempeñan un papel cada vez más importante en nuestras comunicaciones”, pero que sin embargo “no están exentas de fallos de seguridad”.
Creada en 2019 por dos expertos franceses en ciberseguridad, Olvid afirma ser “la app de mensajería instantánea más segura del mundo”. Su principal innovación es la eliminación de un directorio de usuarios centralizado, lo que en teoría hace que las conversaciones estén más protegidas. Los mensajes están encriptados de extremo a extremo (algo que ya es habitual en el sector), pero en el caso de Olvid la particularidad es que los metadatos (que permiten identificar al emisor y al receptor, así como el momento de la comunicación) también están encriptados.
Está claro que, en Europa, el único país que aún pretende mantener cierta cuota de soberanía e intenta sacar los pies del tiesto es Francia. El resto, empezando por Alemania, somos poco más que convidados de piedra, acatando directrices ajenas a nuestros intereses sin rechistar.
Normal.
#5 ¿Te imaginas un gobierno totalitarista e imperialista al estilo EEUU monitorizando lo que dicen los ministros de otros paises asi como su poblacion? => Whatsup
definitivamente es la mejor decisión que podían tomar. Sin embargo, Francia conserva cierta autonomía política y militar. Tienen bomba atómica y la España borbónica no tiene.
Los mensajes se borran en cuanto se reciben, y se llama Olvid. Hay un visionario detrás de esto.
No sé como será ahora, pero cuando viví en Francia hace unos años el uso de WhatsApp no estaba ni de lejos tan extendido como en España por un motivo muy sencillo: los SMS gratuitos era el estándar de los operadores desde hacía muchos años
#3 En Alemania se usa mucho Threema desde hace años aunque hasta donde yo sé no es de uso obligado, es la aplicación que también usa el gobierno suizo, es una empresa de allí.
#14 No descartes que sea un ardid para desviar la atención... muy profesional.
Desconocía la existencia de Olvid. Espero que otros países europeos se unan a la medida y con un poco de suerte se consiga fomentar una alternativa europea a los todo poderosos WhatsApp, Telegram y meta Messenger
Lógica aplastante!!
#5 ¿Un Gobierno no puede monitorizar lo que discuten sus ministros o los de la oposición en sus puestos de trabajo? Al Tercer Reich, la Rusia de Putin, el Washington de cualquier presidente americano y el Israel de Netanyahu le encanta ésto: línea directa privada individual con todos los altos cargos de un país sin que su Presidente o compañeros se enteren, para así poder comprar voluntades, sobornar, corromper, ganar traidores, etcétera.
Un plan sin fisuras.
#5 El problema menor en ese caso sería WhatsApp
#6 Y de ascendencia española. En francés sería Oubli
#5 en cambio que lo pueda hacer una potencia extranjera como pasa con WhatsApp es una maravilla?
España que llegó a tener tuenti, ¡menudos tiempos extraños!
#5 Los Franceses nos llevan muchos años de ventaja en el tema comunicaciones y otros (si ya se todos los tópicos)
Que servidores públicos tengan que utilizar medios estatales creo que beneficia al país. Siempre que la tecn. sea similar.
Ejemplo los coches del gobierno y adm p.: tendrían que ser los que se hacen aquí
En cuanto al monitoreo, no me fío ni de unos ni de otros
#1 No se que podría salir mal. ¿Te imaginas un gobierno totalitarista estilo el tercer reich o la URSS de Stalin monitorizando lo que dicen sus ministros o los de la oposición...
Parece algo de sentido común, pero es insuficiente.
Coño, una app de mensajería que guarde los mensajes en el dispositivo. Y ya está. Sin servidores. Y que esté hecha para los dispositivos oficiales de los políticos del país y solo ellos puedan usarlo porque solo ellos pueden entrar con usuario, contraseña, y esta contraseña hay que renovarla cada tres meses.
Y ahí, si quieres, que se borren cuando se reciben. Más azúcar más dulce.