La asociación ecologista que ha conseguido prohibir el diésel en grandes ciudades alemanas como Stuttgart o Düsseldorf obtiene financiación de patrocinadores como Toyota, que abandonó la producción de vehículos diésel, y con grandes sumas procedentes de fundaciones americanas. Asimismo, en el sitio web de la asociación presentan al Toyota Prius como un ejemplo de bajas emisiones.