La carrera criminal de Dilawar Hussain, el autor confeso del crimen de Morata de Tajuña, se ha convertido en un reguero de sangre en muy poco tiempo. Tras confesar haber acabado con la vida de los tres hermanos por venganza al no recibir un dinero que les había prestado y después de llevar menos de un mes en la cárcel madrileña de Estremera donde ingresó el 24 de enero, Hussain decidió acabar con la vida de su compañero de celda con el mismo modus operandi utilizado con sus anteriores víctimas: a golpes.
Comentarios
¿Y qué hacemos con un tipejo despreciable así?¿Es reinsertable? Gastarnos el dineral que cuesta mantener a esta alimaña en la cárcel me parece un gran desperdicio de recursos.
#2 no creo que sea reinsertable y está desquiciado.
Por lo que se puso en otra noticia, el tipo prestó dinero a los tres hermanos que estaban siendo estafados, y estos no se lo devolvieron, haciendo que no pudiera enviar dinero a su país, y colateralmente acelerando la muerte de un familiar (creo que la madre) que estaba en una situación de extrema pobreza.
A partir de ese punto el tipo se rompió y ya conocemos el resto de la historia.
No tiene nada que perder y tiene mucha ira acumulada.
Desde luego que tiene la culpa, al igual que el preso que mató a la cocinera, que ya había matado a cuchillazos a su anterior víctima, y se les ocurre ponerlo en cocinas.... Otro éxito de la España Majara.
#1 Por eso está habiendo manifestaciones de los funcionarios de prisiones, porque trabajan en unas condiciones precarias y reciben ataques físicos de forma diaria.