Hace 1 año | Por PAUL2 a elindependiente.com
Publicado hace 1 año por PAUL2 a elindependiente.com

En apenas una semana cerca de 65.000 familias vascas podrán solicitar la ayuda de 2.400 euros anuales, con pagos mensuales, por hijo menor de tres años.

Comentarios

Malyuyu

#3 Pues sí, unos en este caso fomentan la natalidad y otros fomentan llevarse la empresa que está en X sitio a base de cuidar al empresario por encima de los trabajadores.

Si equiparas ambas cosas, algo no funciona bien en tu mente.

P

Uy para donde van a ir ahora los emigrantes...

P

#2 naaa, los vascos son de los guais, no como la Ayuso...

D

#6 27% de madre extranjera:
https://www.elcorreo.com/sociedad/tres-diez-ninos-20220403214034-nt.html

"Las madres de origen extranjero suponen en Euskadi casi un tercio de los nacimientos, el 27% del total el año pasado. Además de pocos nacimientos, la edad de las madres continúa retrasándose. El año pasado, de los 14.257 alumbramientos en el 44% de los casos las madres superaban los 35 años de edad.14 nov 2022"

J

#1 Ya venían, en Euskadi nacen más hijos de extranjeros que de españoles.

D

Por esos lares ya no es que le ven las orejas al lobo por la falta de gente joven, es que el lobo está ya en la cocina...

D

#5 Cuando nos demos cuenta del grave problema con el envejecimiento de nuestra sociedad será demasiado tarde para reaccionar a la desesperada.

D

#8 Me parece que te has confundido, en ambos casos te refieres al Pais Vasco, no?

o

buena medida para empezar, pero ¿q pasa cuando los niños tienen mas de 3 años, de repente ya no cuestan dinero la crianza?

J

#9 En Álava el porcentaje es muy superior. En San Sebastián el porcentaje de extranjeros es el menor.

Malyuyu

#13 Pues lo cierto es que no tengo ni idea, pero encantado de que me lo expliques.

D

#8 #11 lo de Aguilar de campoo no te sonará por casualidad verdad?

D

#1 No sé. A mí lo que me parece es que tanto esta noticia como el gobierno vasco, si nos atenemos a los altos estándares éticos e intelectuales de Menéame, deben ser considerados aporófobos, además de obviadores de la dimensión cultural, porque, al implicar indirectamente que la pobreza y la precariedad son cosas malas o negativas, están también indirectamente implicando que los padres que hacen nacer a sus propios hijos en la pobreza o en la precariedad están haciendo daño o perjudicando a esos hijos, lo cual a su vez también implica indirectamente que los padres que hacen nacer a sus propios hijos en la pobreza o en la precariedad son malas personas y malos padres, sin inteligencia, lo cual, según la gente súper-ética y súper-lista de Menéame, es aporofobia, incluso aunque esos padres fueran ricos, además de ser obviador de la dimensión cultural, porque, al realizarse todas esas implicaciones, también se está implicando, indirectamente, una culpabilización, criminalización y estigmatización de todas esas personas éticas e inteligentes que, simplemente, desean ejercer su legítimo, legal y fundamental derecho humano y progenitor, además de su cultura, de considerar que la pobreza y la precariedad son circunstancias estupendas y maravillosas, tan estupendas y maravillosas como para incluso hacer nacer, y criar, a sus propios hijos en ellas, a que sus hijos también les agradezcan la pobreza y la precariedad tanto como ellas, esas personas progenitoras, las agradecen a sus padres.

Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. (Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible?)

Quien es pobre es porque quiere votar capitalismo y monarquía, y quien vota capitalismo y monarquía lo hace porque quiere ser pobre.

Y es que en esto precisamente debe consistir la convivencia en una sociedad civilizada: en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, marcos culturales, y diversidades ideológicas, de opiniones, de preferencias, de criterios progenitores y de principios éticos de cada cual, aunque pudieran no coincidir con los nuestros.

No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional.

Así que trankis, no dejéis que estas noticias e instituciones aporófobas os hundan la moral. Si queréis un pensamiento positivo que os levante la moral, lo único que necesitáis recordar en todo momento es que vuestros hijos os agradecerán que les hayáis hecho nacer en este país tanto como vosotros lo estáis agradeciendo a vuestros padres.

Y recordad también que cuando hacéis nacer a vuestros propios hijos en la precariedad y en la pobreza, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estéis riendo de ellos.