El ansia de los sociólogos del Partido Popular por esconder a su cabeza invisible a las elecciones europeas en esos carteles electorales donde aparece borroso tras un fondo azul marino. En realidad, esos carteles están dando la imagen más nítida de lo que es y representa el propio Cañete, un espectro político a quien no se le ocurre otra cosa que comparar a las mujeres con el regadío y leer sus propuestas en un "debate" donde dejó emerger a una nueva líder política, Elena Valenciano, una mujer desdeñada por desconocida.
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Pues yo creo que los publicistas de la campaña esa no son malos del todo. Si te fijas en las vallas publicitarias el tío tiene la cara con color y textura, recuerda a las caras de los personajes que aparecen en los billetes. Su cartel publicitario entero es un billete y el votante medio es muuuuu simple, eso cala seguro de alguna forma.
Desde su presentación, el cartel electoral del PP para las europeas ha sido víctima de toda clase de comentarios en las redes sociales. Aunque nadie duda de que el filtro azul sobre un Miguel Arias Cañete dibujado con efecto lápiz ha conseguido el objetivo de aumentar la notoriedad del candidato, la arriesgada estética se ha encontrado con un contratiempo de índole técnico: el político del PP se ve demasiado difuminado en los carteles públicos. Además, según apunta Luis Arroyo, director de Asesores de Comunicación, «se echa en falta una asociación entre el diseño elegido y la estrategia de campaña».
Lo que está en juego es el futuro.
dejó emerger a una nueva líder política, Elena Valenciano, una mujer desdeñada por desconocida que acaba de adquirir una nueva dimensión ante la opinión pública, especialmente entre los jóvenes.
No, si ya la conocemos, oiga:
Elena Valenciano y el vampirismo de la política
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