Hace 4 meses | Por BenjaminLinus a europapress.es
Publicado hace 4 meses por BenjaminLinus a europapress.es

La Fiscalía de Australia ha anunciado este lunes que ha entrado en vigor la prohibición de realizar el saludo nazi en público, así como exhibir públicamente su simbología e incluso comerciar con los mismos.

Comentarios

BenjaminLinus

#3 Talo cualo.

Verdaderofalso

Nazis llorando por la libertad de expresión

tiopio

Igualito que en nuestra patria.

founds

pero el de los alemanes o el de los israelís?

DDJ

Hay que ser intolerantes con los que predican la intolerancia

leporcine

Lemmy no estaría de acuerdo con esto.

"Las medidas para abordar amenazas específicas no deben confundirse con restricciones generalizadas sobre la exhibición de simbología, ya que estas pueden implicar diferentes consideraciones y debates en torno a derechos individuales y la preservación de la memoria histórica."

No estoy deacuerdo, no hay interpretación que disculpe un saludo nazi, significa lo que significa, sin lugar a dudas, la duda aquí es capciosa y cínica, además, prohibir su exibición particular no se enfrenta con la preservación de la historia.

El Estado, cuando realiza una detención, está ejerciendo violencia, no nos vendemos los ojos, es un secuestro por la fuerza, con el beneplácito de la sociedad y se hace porque no hay diálogo posible. Si no hay Estado que se encargue de solucionar los problemas con los violentos, la autodefensa me parece una opción mejor que la pasividad o la sumisión, por muy alejado que esté de mi ideal de justicia.

#14 Eso lo dice porque es blanco, ¿respeta hasta tal punto usted a los fundamentalistas islámicos que pretenden una guerra santa contra infieles como usted y su familia? Es un debate esteril, el cuál se soluciona con una demostración empírica, el autoritarismo y el supremacismo dejan de ser interesantes cuando se es el que recibe la violencia en lugar de repartirla.

Si quiere alzar el brazo hágalo a escondidas o arriésguese a que alguien le imponga según sus métodos, es decir, por la fuerza, que no levante el bracito.

Revise su interpretación de Popper porque según su teoría, el desembarco de Normandía fue un acto de autorotarismo encubierto.

El diálogo es para quién quiere diálogo, el que busca mediante la violencia una restructuración social con ciudadanos de primera y de segunda, sólo encontrará violencia.

elmakina

#15 entiendo tu preocupación por la violencia asociada a ciertas ideologías. La línea entre respetar la libertad de expresión y prevenir actos extremos es delicada. Sin embargo, es esencial recordar que cualquier forma de autoritarismo, ya sea en el nombre de una ideología o por la fuerza, es perjudicial para la sociedad. La violencia nunca es la solución, y promover el diálogo abierto puede ser una vía más constructiva para abordar diferencias y fomentar la comprensión mutua.

#16 Pero qué diálogo se puede tener con quién basa su ideología en magufadas y aboga por el terrorismo.

No hay raza superior, no hay pueblo elegido, no hay designio divino, quién quiera imponer esas ideas, va tener que enfrentarse diréctamente a quién no permite la agresión.

¿Yo soy un violento por darle dos hostias a quién dice que hay que matar negros porque son inferiores? Pues tan violento como encarcelar y juzgar a alguien por pertenencia a organización terrorista, menos burocrático, eso sí.

elmakina

#17 La libertad de expresión es un pilar fundamental de las sociedades democráticas, pero también es importante señalar que con ella viene la responsabilidad. La idea de restringir el diálogo con aquellos que sostienen ideologías extremas puede ser comprensible, pero la solución no reside en la violencia física. En lugar de enfrentar la intolerancia con agresión, es más efectivo contrarrestar ideas perjudiciales mediante el fomento de debates informados, promoviendo la educación y exponiendo la falta de fundamentos lógicos en esas posturas extremas.

Negar la existencia de una raza superior, pueblo elegido o designio divino es parte de la base de la igualdad y la diversidad que debemos preservar. Sin embargo, abogar por la violencia como respuesta solo perpetúa un ciclo destructivo. La respuesta adecuada a quienes promueven ideas extremistas es utilizar el poder del diálogo y la razón para desacreditar esas perspectivas, mientras se garantiza que la justicia siga su curso sin caer en métodos autoritarios. La violencia solo perpetúa el conflicto, mientras que el diálogo y la educación ofrecen una oportunidad para cambiar mentalidades de manera más efectiva y duradera.

#18 ¿Es decir que si yo pido el exterminio de su raza, que asesinen a su familia y me escudo en la libertad de expresión usted tiene que soportar la amenaza sin más herramienta que el diálaogo?

Pues mire no, cuando se profieren amenazas bajo un paraguas ideológico, se traspasa la línea de las palabras y la conversación se realiza con actos.

No debería ser yo el que diese dos hostias, si no toda la sociedad en su conjunto, como la australiana, en el momento en el que no ha sociedad que me defienda de esos discursos, la violencia es inevitable, porque la autodefensa no es ninguna ofensa.

elmakina

#19 La libertad de expresión es un derecho fundamental, pero también es necesario reconocer que su ejercicio tiene límites cuando se amenaza la integridad y la seguridad de las personas. Si alguien utiliza la libertad de expresión para promover actos violentos o amenazar la vida de otros, se cruza una línea clara.
En tales casos, la sociedad tiene la responsabilidad de actuar, no necesariamente mediante la violencia física, pero sí a través de mecanismos legales y sociales. La violencia como respuesta individual no es la solución, pero la sociedad en su conjunto, a través de sus instituciones y la aplicación de la ley, debe intervenir para proteger a sus ciudadanos. La ausencia de una respuesta colectiva ante amenazas graves debajo de la bandera de la libertad de expresión puede conducir a la impunidad y al peligro para la sociedad en general. La defensa de la libertad de expresión no debe convertirse en un escudo para propiciar actos violentos o amenazas.
Ahora bien, es importante subrayar que lo afirmado sobre los límites de la libertad de expresión no se relaciona con la acción de alzar el brazo o exhibir símbolos nazis. Mientras que la expresión de opiniones extremistas puede tener consecuencias legales cuando amenaza la seguridad y la vida de las personas, la cuestión de la libertad de expresión en este contexto no aborda la prohibición de símbolos en sí mismos. Las medidas para abordar amenazas específicas no deben confundirse con restricciones generalizadas sobre la exhibición de simbología, ya que estas pueden implicar diferentes consideraciones y debates en torno a derechos individuales y la preservación de la memoria histórica.

elmakina

¡Absolutamente inaceptable! La decisión de prohibir el saludo nazi y sus símbolos en Australia es un ataque directo a la libertad de expresión. Todos deberíamos tener el derecho de expresar nuestras ideas, incluso si son impopulares o controversiales. Restringir esta libertad es un paso peligroso hacia una sociedad en la que solo se permiten opiniones políticamente correctas. La verdadera libertad de expresión implica aceptar incluso las voces disidentes, no reprimirlas. Esto va en contra de los principios fundamentales de la democracia y la libre expresión. ¡Deberíamos luchar contra estas restricciones y defender la libertad de expresión en todos los niveles!

Mikhail

#5 Si es sarcasmo, deberías poner un emoticono.

elmakina

#7 ¡Ni pizca de sarcasmo, colega! Hablaba de manera totalmente seria. Si algo sonó raro, fue sin querer.

Mikhail

#8 Pues échale un vistazo a esto para que tengas algo en lo que pensar.
https://es.wikipedia.org/wiki/Paradoja_de_la_tolerancia

j

#5 Los símbolos nazis se deben vender con mecha

ingenierodepalillos

#5 Libertad de expresión sería poder darle dos hostias al imbécil que enaltezca ideologías que pretenden una limpieza étnica.

Contra el autoritarismo, intransigencia.

elmakina

#12 ¡Totalmente desacuerdo! La verdadera libertad de expresión implica la capacidad de debatir, cuestionar y, sí, incluso ofender con palabras. La respuesta a ideas reprensibles no es la violencia, sino la fuerza de argumentos y la exposición de la verdad. Limitar la libertad de expresión bajo el pretexto de evitar la intolerancia solo lleva a un autoritarismo encubierto. ¡Que fluyan las ideas, incluso las impopulares, para que podamos desafiarlas y avanzar como sociedad!