Una empresa formada por jóvenes emprendedores restaura bicis abandonadas en Ámsterdam para que otros las adopten. Los neerlandeses ostentan el dudoso mérito de ser los que más abandonan sus bicis cuando adquieren una nueva. Son miles las bicicletas que cada año acaban abandonadas en cualquier esquina o arrojadas a uno de los canales de la ciudad de Ámsterdam. Y este hecho no pasó inadvertido a un grupo de jóvenes emprendedores que comenzó a dar vueltas a la idea de dar una segunda oportunidad a estos biciclos.
Comentarios
Estupendas bicis restauradas en (aparente) buen estado y transportadas a cualquier sitio de Europa por unos 200 euros no me parece caro. Sobre todo porque parecen excelentes bicis holandesas que superan con creces, en calidad, a cualquier bici "made in china" de centro comercial.
Reciclaje se llama. Lo de la "adopción" me parece un juego de palabras y de marketing simpático. No es para tomárselo al pie de la letra.
Me gusta la idea (y las bicis).
Vender bicis abandonadas de sengunda mano... Eso no es chatarrería de alto nivel?