Como nos reímos de los pobres humanos primitivos que creían que venerando a un dios conseguían que lloviera. Como nos burlamos de los del siglo XVII por infravalorar y anular al género femenino.
¡Oh! Cuanto hemos avanzado que en pleno siglo XXI y con más de 30.000 años de historia todavía tenemos reyes que mantenemos gustosamente (no todos claro está) y aceptamos que tengan más derechos que nosotros.
Cuanto se van a reír en el futuro cuando se acuerden de nosotros...
Hay una versión de Boikot que no está nada mal.