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He estado en reuniones de una Federación Hotelera de nuestro país, y un empresario hotelero comentaba con énfasis las peripecias que le habían ocurrido alojar una serie de grupos de turistas procedentes de Israel. Aunque también entre amigos se comentan las salvajadas que hacen algunos jóvenes hijos de la gran bretaña cuando visitan nuestra isla. Los españolitos también somos "tela" como turistas.

Yo mismo he comprobado después de más de 20 años trabajando en hoteles como en el mismo establecimiento puede haber un follón tremendo o una amable organización dependiendo de si los comensales son alemanes, españoles, italianos o, por otra parte, gente demasiado joven, gente demasiado mayor, familias con niños... Aunque lo políticamente correcto es decir que "todos somos iguales", lo cierto es que cuando reúnes a un número suficiente de gente, empiezan a darse determinados patrones de conducta. Así acabamos confirmando tópicos como que los belgas son muy majos y muy buenos clientes, que los holandeses sienten aprecio por los españoles, que los franceses nos miran por encima del hombro, que los alemanes creen que su destino es poner orden en el mundo, etc... Siempre con un elevadísimo número de excepciones, por supuesto.

Por eso, en algunos establecimientos no se contrata con touroperadores de tal o cual nacionalidad, o tal o cual segmento (familias, estudiantes, etc...). Es algo mucho más habitual de lo que parece ya que, habiendo hoteles a patadas, cada cual intenta adaptarse lo mejor posible a un "target" de cliente específico.

No es racismo, aunque lo parezca. Lo que anima a algunos empresarios que adoptan estas prácticas no es una animadversión de índole cultural o racial, sino más bien pragmática.

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#36, Razonamiento coherente (como no podría ser de otra manera, viendo lo bien que lo razonas). En mi opinión, basas tu razonamiento sobre la premisa de que el arte son "estructuras lógicas que son agradables por motivos objetivos" cuando otros pensamos que el arte es ante todo un proceso de comunicación a medio camino entre el orden y el caos, que encuentra "belleza" (o lo que sea que el artista pretendía comunicar) al conseguir que el receptor asimile el mensaje artístico a sus experiencias emocionales anteriores.

Son dos concepciones radicalmente distintas, aunque seguro que ambas tienen su punto de razón.

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Irrelevante. El programilla este es algo viejo, y de sobras conocido por los que se dedican a la producción musical con instrumentos electrónicos.

Según la wikipedia:
Yamaha announced its development in 2003 and on January 15, 2004, Leon and Lola, the first application software product, were launched...

Además el titular es erróneo puesto que la primera voz sintética que canta como un ser humano es tan antigua que hasta en la peli "2001, Odisea del Espacio" (¡del año 1968!) se le hace un homenaje. La primera melodía jamás cantada por un ordenador fue "Daisy Bell" (también conocida como "bicycle for two") y la primera voz sintética la del ordenador IBM 7094, también según la wikipedia:
In 1961, the IBM 7094 became the first computer to sing, singing the song Daisy Bell. Vocals were programmed by John Kelly and Carol Lockbaum and the accompaniment was programmed by Max Mathews.

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Según la LPI:

1. Es lícita la inclusión en una obra propia de fragmentos de otras ajenas de naturaleza escrita, sonora o audiovisual, así como la de obras aisladas de carácter plástico o fotográfico figurativo, siempre que se trate de obras ya divulgadas y su inclusión se realice a título de cita o para su análisis, comentario o juicio crítico. Tal utilización sólo podrá realizarse con fines docentes o de investigación, en la medida justificada por el fin de esa incorporación e indicando la fuente y el nombre del autor de la obra utilizada.

Al César, lo que es del César.

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Si el autor desea ganar más, siempre puede crear su propia discográfica. Es muy fácil y no lleva tanto papeleo como la gente se cree (lo digo por propia experiencia).

Si el autor desea ganar aún más, puede negociar desde su discográfica directamente con los distribuidores, sin la intermediación de los agregadores digitales. Eso supone casi doblar los ingresos, pero hay que tratar uno a uno con casi un centenar de distribuidores, gestionar los cobros, reclamarles cantidades vencidas, etc...

Si el autor desea ganar aún mucho más, puede montar su propio distribuidor. Como he leído por aquí, el coste de duplicar una canción en mp3 es cero.

Para los que deseen quedarse con todo el pastel ¡Enhorabuena! ¡Ya me contaréis qué tal os ha ido vuestra aventura empresarial y cuánto tiempo os ha quedado para dedicaros a componer canciones!

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Pues si no puede cargar alcohol, que se vaya a currar a una granja... pero ¡tampoco puede dar de comer a los cerdos! (???).

Vamos, a ver... en una pastelería, pues tampoco... porque la manteca de cerdo le iba a sentar como un tiro. Por la misma regla de tres, nada de churrerías, tiendas de ensaimadas, bombonerías (no sea cosa que algunos lleven licor)...

buff, ¡¡hay que acabar con toda esta discriminación!! debemos empezar a vivir todos según el código del buen musulmán para así no discriminarles y que tengan esa igualdad de oportunidades que todo el mundo se merece...

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¿Créeis que podría ser cierta esta tabla de posibilidades de cómo la prensa trata estos casos?

niño español pega a niño español = acoso escolar
niño español pega a niño inmigrante = racismo
niño inmigrante pega a niño español = no es noticia
niño inmigrante pega a niño inmigrante = bandas organizadas, delincuencia juvenil, lating kings, etc...

por cierto #75, muy bueno... la verdadera integración pasa por dejar de suponer que la razón asiste siempre a los de uno u otro bando.

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#58 y #59, Me habéis ayudado a ilustrar mi punto, gracias. Ante el gratis total y los temas a veinte céntimos queda claro cuál es el camino: abandonar la profesionalización, dedicarse a otra cosa y deshacerse de esos miles de euros invertidos en aparatos para hacer música que suene bien. Todos esos años estudiando, también los podemos mandar a tomar por culo.

Igual sale más rentable pincharse de heroína y tocar la flauta en alguna esquina...

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#55. Sí, es verdad. Estos ejemplos de fontaneros, restaurantes y peajes no son nunca muy acertados. De hecho, son un poco ridículos, ¿no?

En lo que se parece al peaje es en el hecho de que, por ejemplo, una cadena de TV paga un pequeño porcentaje al autor de la música cada vez que ésta suena.

Aun así, la SGAE no tiene nada que ver con las ventas de los discos. De hecho, si tienes una discográfica tienes que pagar a la SGAE unos derechos que se llaman de reproducción mecánica.

Yo no estoy de acuerdo en que unos precios más bajos hicieran desaparecer la piratería. De hecho, la mayor parte de DJ's que conozco compran su música en Beatport o en sitios de descarga digital y en mi ciudad apenas quedan tiendas donde vendan vinilo. Antes, si te gustaba un tema de un vinilo, el "maxi" te salía por unos 12€-15€, ahora en Beatport los temas te cuestan como máximo 2€, o sea que el precio ha bajado un 86% y los temas siguen siendo descargados en sitios "alternativos" sin pagar un duro al artista. Conozco bien el tema porque vendo mi música en Beatport, he tenido un tema en el Top10 de Techno, y buscando por Google me he encontrado fácilmente blogs con contadores que indicaban cientos de descargas, el tema también estaba (con muchas fuentes) en el emule, soulseek, etc... Y hablamos de un precio de 2€ miserables. ¿A cuánto hay que bajarlo? ¿a 2 céntimos?

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#53 Bienvenido al mundo de los alquileres!!!

¿Qué diferencia hay entre un restaurante y una empresa de telefonía?

En el restaurante pagas cuando comes. Trabajo hecho, trabajo cobrado.

A una empresa de telefonía le pagas cada vez que usas sus servicios. Si llamas, pagas. Si no llamas, no pagas.

La diferencia es que en un caso, el bien producido pasa a ser de tu propiedad y no puede ser compartido/duplicado/usado múltiples veces pagando sólo una. Pagar por las llamadas de teléfono, en cambio, no te da derecho a llevarte un cacho de la antena o a reclamar que todas las llamadas que hagas en el futuro te tengan que salir gratis.

Al igual que las llamadas de teléfono o los tickets de peaje, la música no se "vende" sino que se cede el derecho a usarla, como cuando alquilas un piso. Cuando compras un disco no estás comprando la música, sino el derecho a escucharla en ese soporte que acabas de adquirir.

Las leyes que respaldan el cobro de derechos de autor han hecho posible durante generaciones, y a muchos, la dedicación profesional a la música y posiblemente hoy sigan cumpliendo (aunque con fallos) con ese noble propósito inicial.

Aunque no olvidemos que alguien también puede decidir regalar a la comunidad algo suyo y para eso están las creative commons. Aquí no habría ni venta ni alquiler, sino donación pública.

Por cierto, y para todos aquellos que no se hayan fijado, soy el mismo autor de #52 y reitero mi protesta a todos esos errores flagrantes de la SGAE. Al pan, pan... y al vino, vino.

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#50 Bienvenido al club de darle caña al mono. Partimos de un hecho injusto, el canon digital, del que bastantes autores de la SGAE estamos en contra... para pasar indiscriminadamente a negarles el derecho a los autores a cobrar (ojo #49, los autores no cantan, yo soy autor y no he cantado en mi puta vida). Después ya pasamos a negar el derecho a la propiedad intelectual, y de rebote lo mezclamos todo con una conspiranoia en la que no sé que @| pintan las multinacionales.

Como se comenta por aquí, los autores decentes tendrán que ponerse a cantar o algo, de lo contrario van a tener que resignarse a que se les llame de chorizos para arriba.

Por cierto, a pesar de ser miembro de la SGAE estoy en contra de que se les cobre a los bares y lugares con afluencia de público que usen repertorio Creative Commons, estoy en contra del canon digital y también de la pésima gestión que la SGAE hace del patrimonio de los pequeños autores, a quienes nos toca reclamar día sí y día también los saldos pendientes. Pero también estoy a favor de las leyes internacionales que amparan el derecho de los autores a ser remunerados por su trabajo, a que aquellos que ganan dinero gracias al trabajo de los que creamos música (bares musicales, discotecas, conciertos) nos paguen una pequeña parte de su beneficio y a favor de que se deje opinar a los autores sobre cuál es el destino que desean dar a su trabajo (unos optarán por regalarlo via creative commons y otros quizás prefieran cometer la osadía de vivir de ello).

A la SGAE hay que ponerle las pilas y poner en peligro su monopolio. La mejor herramienta para ello son las Creative Commons ya que cuanta más gente las use, mayor es la posibilidad de salirse del "monopolio" que ostenta la SGAE y plantarles cara negándose a poner música que ellos gestionen (y por tanto a pagarles en aquellas situaciones en las que no se haya usado música gestionada por ellos). Los pequeños autores también deberíamos exigir a la SGAE que nos permitiera regalar nuestros derechos en todas aquellas ocasiones que creamos oportuno (pequeños conciertos promocionales, actos benéficos, etc...) ya que ahora hay una fórmula de "todo o nada" bastante chunga.

En resumen, hay que enfrentarse a todos los errores que la SGAE pueda cometer... pero de ahí a negarle el derecho a cobrar a un compositor hay una cierta distancia.

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¿y exactamente lo que ha pasado es muy grave porqué......?

Me parece muy bien que le tengamos puesto un ojo encima a las nucleares, pero a este paso igual nos informan cada vez que se les acabe el papel higiénico... (!)

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#20. A ver si leemos un poquito mejor lo que vamos encontrando por la red. En SFFaudio NO acusan a Wall-E de nada, las palabras exactas son: But the really sad part, the part none of those young kids in the theatre knew, the truly despicable part, is that poor Wall-E would be deemed a dirty copyright criminal under Canada’s new copyright law. Bill C-61 would criminalize much of Wally’s behavior in the film. Now that’s something to really cry about!
Que traducidas significan: "Pero la parte realmente penosa, la que ninguno de los niños en el cine sabían, la parte verdaderamente despreciable, es que el pobre Wall-E SERÍA considerado como un sucio criminal del copyright bajo la nueva ley del copyright de Canadá. La Ley C-61 CRIMINALIZARÍA gran parte del comportamiento de Wall-E en la película. ¡Eso sí que es para llorar!"
Si alguien interpreta las palabras en SFFaudio como una acusación a las actitudes de Wall-E es que tiene un serio problema de comprensión lectora. ¡Y así va el mundo!

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Pues te responde el "señor músico" en persona. Estoy en el negocio de la música por pura pasión. Dejé el trabajo que tenía para dedicarme de lleno y profesionalmente a la música. Antes ganaba más dinero, ahora soy más feliz.

No sé si creo cultura, al menos espero poder transmitir sentimientos y emociones con lo que hago.

El "señor músico" también necesita dinero para llegar a fin de mes. Como todo el mundo. Parece ser que la profesionalización de los músicos está mal vista... ¡a eso le llamo yo confundir la velocidad con el tocino!

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Lo que este señor ha hecho es hacer pública una obviedad. Hay ciertas cosas que no pueden perseguirse y criminalizarse. No porque sean o no punibles, sino porque acabaríamos todos los que tenemos ordenador en la cárcel o con situaciones absurdas como el puro aquel que le han metido a una señora en los USA por compartir cuatro temas de mala muerte. Totalmente impopular. Seguro que no veremos nunca a Rajoy ni a Zapatero comentar lo más mínimo sobre el tema. Por una parte, las leyes y tratados internacionales (obsoletos) prohíben el intercambio de música ya que otorgan al autor la potestad económica y moral para decidir los formatos en los que su obra puede distribuirse. Por otra parte, la que realmente importa, el intercambio de archivos es algo tan habitual que su persecución judicial sería absurda, improductiva y altamente impopular.

Con un poquito de respeto a los autores (no a la SGAE, que esa sólo representa a "determinados" autores), éstos podrán seguir haciendo su trabajo y cobrando por ello. Por ejemplo, yo sigo comprándome aquellos discos que (casi siempre después de bajármelos) me gustan tanto como para querer incorporarlos a mi colección de música.