Por favor. Nada de tribunales creados "ad hoc". Para eso ya está el tribunal de Estrasburgo. Las empresas deben acatar lo que dicten los estados. Jamás debe pender sobre estos la amenaza de una demanda.
¡Pero estos políticos son unos meapilas!¡Están votando contra su propia independencia ejecutiva!
¿y Quién es ese Ignacio García Bercero, negociador del TTIP por la UE, cuya biografía está misteriosamente desaparecida de Internet (solo una pocas lineas en ingleés) y que parece salido de la nada? Si ese señor negocia en mi nombre, más vale que se presente ante la ciudadanía europea y que explique muy bien por qué precisamente él está negociando algo tan importante en la vida de los europeo. Por qué nadie nos ha preguntado sobre quién tiene que negociar el TTIP.
¿de dónde ha salido este sujeto? ¿Quién le ha conferido la autoridad para negociar algo tan vital? Si va hablar algo que concierne sobre el futuro de nuestros hijos, deberíamos saber TODO de ese señor y porqué se le ha dado tanta autoridad a él.
Invito a la gente a que ponga en marcha su navegador y vea algunas declaraciones de Cifuentes. Se encontrará que esta señora decía que los manifestantes del 22-m querían matar policías; asociaba a la plataforma de Afectados por la Hipoteca de "filoetarras"; a la gente que se manifestó un 25-s (varios cientos de miles) de estar asociados con grupos filonazis; que planteaba reducir el derecho a la manifestación (algo conseguido en parte con la infame Ley Mordaza); que en el Retiro no se debería hacer activismo político. ¿Dónde está el derecho de expresar libremente la opinión, recogido en el art.20 de la Carta magna?
Por no hablar de que entre sus planes no descarta abundar aún más en la privatización sanitaria y que apuesta por un modelo de gestión privada de las Universidades públicas madrileñas, y eso que ella accedió a un puestazo de funcionaria en la Complutense, de la mano de un Rector llamado Gustavo Villapalos, demostrando una vez más lo peculiares que son nuestros neoliberales patrios.
Todos estamos felices por librarnos de Aguirre, y sin embargo tenemos otra versión de la misma figura, más joven e igual de rubia. Aunque se odiaban no dejan de ser lo mismo. Como dos gallos que no pueden vivir en el mismo corral.
Esto es lo que va a apoyar Albert Rivera, quién sabe si por imperativo del Ibex 35 o tal vez de Lagarde, esa pérfida señora que se parece a Cruella de Vil con sobreexposición a los rayos Uva. Por cierto, ¡qué mala suerte hemos tenido con los dirigentes del FMI!