#4 Hoy es perfectamente posible tener un sistema 100% renovable a un coste incluso inferior al actual. El problema es la transición: no podemos pasar a él en dos días y hay que tener en cuenta las plantas de generación que ya están disponibles. Hay países que se están tomando esto en serio y están diseñando un plan consensuado de transición energética. España NO es uno de ellos. La ruptura de la seguridad jurídica a quienes "osaron" invertir en renovables para competir con el oligopolio es buena muestra de ello.
Se desconoce con precisión el potencial del fracking de España porque sabemos muy poco sobre la composición geológica de nuestro subsuelo. En todo caso, la técnica no puede analizarse obviando su impacto ambiental.
Ya sé que sus defensores niegan que inyectar agua, arena y productos químicos a altísima presión y más 2.000 m de profundidad sea peligroso para el medio ambiente. También dicen que el "fluido de retorno" —quizás sería mejor llamarlo "chapapote" de retorno, porque, además de los productos químicos inyectados, trae numerosas sustancias del subsuelo, algunas radiactivas— está controlado, cuando ni siquiera pueden garantizar el porcentaje que van a recuperar, mucho menos cómo van a tratarlo posteriormente.
A mí no me parecen riesgos asumibles, ni siquiera si con ello pudiéramos ser independientes del gas exterior —pongamos, siendo generosos— durante 30 años. En todo caso, vuelvo al argumento de los seguros: si fuera tan seguro sería fácil que cuando alguien viniera a perforar lo hiciera acompañado de pólizas de seguro que garantizaran, por ejemplo, la cobertura de daños ante seísmos o la contaminación del agua en varios kilómetros a la redonda de la perforación.
#25 Solo dos detalles:
1/ No basta con que los partidos digan apoyar las renovables. Deben plasmarlo en un programa creíble de transición energética dotado de medidas concretas y, además, deben contar con la credibilidad de la ciudadanía de que van a cumplirlo.
2/ No hay que confundir las compañías que apuestan por las renovables con las que venden "energía verde". Por desgracia, en España, el sistema de certificación de origen de la energía de la CNMC no garantiza que la empresa que vende "energía verde" apueste claramente por este modelo. De hecho, puede ser que tenga más intereses en sectores como el del gas o el nuclear y que se venda como "verde". Tener el certificado, por tanto, me parece una condición necesaria (por cuanto estimula que se produzca energía renovable) pero no suficiente. Hay que informarse, además, de en qué invierte la compañía y a qué destina sus beneficios.
No creas que por estar con una cooperativa o una compañía verde —y mira que te lo dice quien trabaja en una de éstas— vas a apoyar más las renovables. De hecho, tu contribución económica a las plantas ya instaladas será exactamente igual que la de tu vecino, por mucho que el compre energía a una compañía "gris".
Por eso mi matiz respecto de esta última es recomendar "salir del oligopolio"; pero no pongo el apellido verde. Sí estoy plenamente convencido de que si el oligopolio perdiera una cuota relevante en el mercado de comercialización, su capacidad de influencia se vería afectada.