El cliente, debe tener claro que la simpatía amistosa que le ofrecen empleados de banca y directivos bancarios, es directamente proporcional a sus ahorros, e inversamente proporcional a las deudas contraidas con el banco. Basta entrar en cualquier sucursal, y observar unos minutos.
Un incumplimiento más, y ya no sé cuántos suma.
Quién se lo iba a decir a él, que tantísimas veces acusó a Zapatero de estar mudo y desaparecido, terminaria superándolo en los mismos disparates.