Este es el primero de una serie de artículos en los que EL PAÍS examina la situación a través de la opinión ciudadana

Y cuando las tomó lo hizo mal: unos Presupuestos increibles, una nacionalización de Bankia desastrosa y con un ministro de Hacienda que esta semana afirmó en el Congreso que España está en quiebra porque "no hay dinero" para pagar las nóminas. Justo el día que se firma el rescate a la banca, los inversores han sentenciado: no es suficiente y España ha caído.

Indignación entre los funcionarios por un servicio que dicen poder hacer ellos.

Superaremos la crisis por medio del trabajo sostenido, la responsabilidad y el esfuerzo colectivo asegurando de esa forma nuestra posición en Europa y en el mundo.

Los mercados europeos esperan con incertidumbre la aprobación definitiva del préstamo de 100.000 millones para recapitalizar a la banca.

Ellos, que tan oportunamente intervinieron, como siempre hacen aunque su reino no sea de este mundo, en la campaña electoral del 20N, arrimando el ascua del electorado católico a su sardina de conveniencia. Ellos, que no pierden ocasión de salir a los medios para citar al toro de la sexualidad, confundiendo a sus feligreses del pueblo llano por un quítame allá ese condón salvavidas. Ellos, que no se cortan doctorando sobre la creación del mundo o el bosón de Higgs...

Su declaraciones fueron grabadas durante el partido de la Eurocopa entre España y Francia

Imagino, y no será mucho imaginar, que Mariano Rajoy debió de seguir el jueves con especial atención tanto la decisión sobre los tipos de interés del BCE como la pública comparecencia posterior de su gobernador, Mario Draghi. No en vano el italiano suponía para nuestro presidente una suerte de ‘comodín del banco central’, tras el nuevo fiasco que, en términos de generación