El chaval la cagó. La cagó enormemente. Una cagada muy muy grande. Que lo apaleen, que lo encierren, que salga en la tele como ha salido con la cara de perrito abandonado y de víctima. Pero creo que todo tiene su límite.
Todo el mundo la caga y se equivoca. Tampoco hay que ensañarse tanto, creo yo. Somos personas, y la grandeza de la persona está también en saber perdonar.
Por el maletero!