También hay médicos que por decencia/ética profesional no recibimos a visitadores médicos, nos dedicamos a mirar/contrastar estudios no financiados por la industria, nos pagamos de nuestros bolsillos la asistencia a congresos/cursos libres de humos industriales...
En Málaga, mi ciudad, conocíamos a un chico que no se despegaba de la máquina del Shinobi. Le decíamos el "shinovicio". No recordaba está anécdota y el artículo lo ha sacado de mi memoria. Quizá sea la misma persona...