Los últimos 40 años han sido los mejores de la historia de España. ¡Ojo!, no digo que hayan sido perfectos, ni siquiera estoy diciendo que hayan sido buenos. Solo digo que han sido los mejores de la triste historia de este país. Si los que pertenecemos a la generación que ha podido vivir este periodo no hemos sabido actuar para conseguir mejorar las cosas, habiendo tenido un acceso a la educación y a la información infinitamente mejor que las generaciones que nos precedieron y una mayor libertad (aspecto mejorable de nuestro sistema, pero desde luego mucho más favorable que cualquier época anterior), creo que solo nos queda hacer autocrítica y menos andar quejándose de nuestros padres y abuelos. Nos dieron más de lo que recibieron y, si no hemos sabido estar a la altura, ahora tampoco sirve de nada ponerse a llorar.
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