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Tiene que existir algún error. ¿Pedro J. cambiando de opinión? Imposible. Como si la opinión de Pedro J. fuera un corpiño rojo de quita y pon.

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A quien tenían que paralizar es a Calatrava. Es un jeta.

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Horror, huyamos. Ingresemos nosotros en la cárcel.

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¿Pero quién era la Celestina? ¿La mujer de Celestino?

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Y la mayoría de los españoles, ¿querrían ser catalanes?

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Desconocía que la disfunción eréctil fuera un problema. Sinceramente, pensaba que era una bendición.

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Esto ocurre cuando las empresas pertenecen a las personas y no de unos consorcios internacionales de inversión que sólo buscan sacar el máximo rendimiento para que, por ejemplo, los bomberos de Tennessee se puedan retirar con una buena pensión o para que ese paquetito accionarial de la abuela dé algunos duros de intereses.

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No me extraña. Llevan casi 50 años racionando el combustible. Así cualquiera tiene reservas. Un día de estos hasta ingresa en la OPEP.

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Más bien diría que fue el mundo quien nos estremeció durante estas dos semanas.

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Última hora: Importantes disturbios en varios centros penitenciarios españoles al divulgarse la noticia del posible ingreso en prisión de la telebasura. Los reclusos, remitiéndose a la legislación internacional de protección a los penados, no están dispuestos a compartir sus celdas con alguien con un expediente delictivo tan considerable.

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El secreto de uno mismo: reírse del amor.

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¿Me podéis repetir cuál era el número? Es que no me dio tiempo a apuntarlo.

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Don Manuel pueden estar tranquilo. Aunque los delitos contra la Humanidad no expiran, él ya no está en edad de ingresar en el trullo. Además, comparado con sus compañeros de partido, podríamos incluso llamarlo progresista.

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La CNN y El País se burlan de Sarah Palin; El Mundo, del juez Garzón; mis compañeros, de mí. C’est la Vie.

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Para mí que ha sido el fútbol sala quien ha decidido abandonar a Alessandro Nuccorini.