#40 Recuerdo una frase de épocas más reivindicativas: "Imagina que hay una guerra y no vamos nadie...". Creo que muy bien podría parafrasearla y decir: "Imagina que los pisos se ponen en venta y no los quiere comprar nadie..."
Oh, sí, ya lo se, eso es utópico, idealista e imposible. A nadie le importan ya los derechos, y el de vivienda digna menos. Lo importante son los bienes materiales, el tener tanto o más que los demás. Me hace gracia que aquí en España nos escandalicemos con el sistema sanitario norteamericano, donde quien no se puede permitir un seguro privado está casi desatendido, y sin embargo tengamos el cinismo de proclamar que quien haya llegado a viejo y no tenga una casa en propiedad se joda si se encuentra en la calle. Bueno, pues si nadie más lo va a hacer, permitidme a mi soñar con una sociedad en la que tener un techo bajo el que cobijarse no sea un lujo y la jubilación no se convierta en una incertidumbre.
Portada
mis comunidades
otras secciones
Tengo la impresión de que la gente sigue sin leerse los artículos y además se están tergiversando las cosas. Gallardón no habla de prohibir la prostitución, sino de atacar a las mafias y poner en evidencia a sus clientes para evitar la explotación de estas mujeres. Desconozco si está siendo sincero en sus motivos (ya conocemos esa vena de izquierdas que tan poco gusta en su partido), pero el objetivo está más que claro: eliminar la prostitución callejera y limpiar la imagen del centro. Últimamente está obsesionado con eso. En este sentido los sex-shops son tan solo una víctima colateral, ya que alguien le ha metido en la cabeza que son un incentivo para la prostitución en Montera (cuando, en realidad, los que van a los sex-shops muchas veces lo hacen precisamente para no dar la cara). De ahí la estrategia de copiar la ley neoyorkina, ya que en un lugar con tantas iglesias como Madrid tendrían que mudarse a Valdemoro (lo demás es tan solo una excusa).
A mi lado conservador le gustaría que lo consiguiese. Ya no solo por imagen, sino para que los vecinos puedan vivir tranquilos, se retire toda la policía (que eso si que impresiona y no un puñado de mujeres en minifalda) y se acaben estas discusiones. Pero el progresista no se deja engañar: Gallardón no se va a tomar las molestias de redactar una ordenanza que regularice la situación de las prostitutas (sería un suicidio electoral estando en el partido que está) y además seguirán existiendo lugares de prostitución en pleno centro como los alrededores de los cines Luna. Pero, claro, esos ya no son tan visibles como la Gran Via...