Nada de disimulos. La vieja guardia de Izquierda Unida-Comunidad de Madrid (IU-CM) no dispara ya sólo (y abiertamente) contra la vencedora de las primarias regionales, Tania Sánchez Melero. También carga ahora contra el más que probable aspirante a la Moncloa, Alberto Garzón. Sin emplear sutilezas ni subterfugios. Se echa a su cuello para acusarle de actuar de "profeta", de trabajar poco y, casi de perder la "dignidad".
Y esa es, justamente, la casta enquistada que Garzón debe eliminar de su partido para poder seguir avanzando sin el lastre que los arrastra al fondo.
Sobre lo de trabajar poco, vergüenza debería darles ponerse siquiera esas palabras en la boca para referirse a la persona que está reflotando el partido, cuando ya parecía que estaba condenado a hundirse en sus propias miserias gracias, precisamente, a ese enquistamiento nocivo.
Comentarios
Obviar en titulo y entradilla quienes son quien lanza dicha acusacion (los dos que fueron expulsados por las tarjetas black) es tendencioso
Y esa es, justamente, la casta enquistada que Garzón debe eliminar de su partido para poder seguir avanzando sin el lastre que los arrastra al fondo.
Sobre lo de trabajar poco, vergüenza debería darles ponerse siquiera esas palabras en la boca para referirse a la persona que está reflotando el partido, cuando ya parecía que estaba condenado a hundirse en sus propias miserias gracias, precisamente, a ese enquistamiento nocivo.
#4 Estos, antes hunden el partido antes que abandonar sus míseras poltronas. El daño que están haciendo a IU es tremendo.
#5 Ahora es cuando van a notar lo mucho que trabaja Garzón.
Va a limpiar el partido y lo saben. Que suelten los últimos coletazos es lo esperado.
Ellos acumulan una cantidad de éxitos abrumadores de lo mucho que han trabajado. ...
Bueno, a ellos les habrá ido bien.
Los camisas viejas y tarjetas negras…
Uno de la vieja guardia es Valderas y así se las gasta, de pactos con indeseables.
Que entrañables los rojos...
Se mueve más Garzón por la peninsula, que la casta de IU por Madrid.
Debe ser porque sus sillas no tienen ruedas y están ancladas al suelo.