(...) Algo parecido sucede en Lingüística, disciplina que alcanza la categoría de ciencia a principios del siglo XX y cuyos estudios avanzan de manera vertiginosa. Todos los que estudiamos secundaria hace, al menos, 30 años repetimos hasta la saciedad que la lengua es un instrumento de comunicación cuyas reglas (las sintácticas) había que aprender para poder expresarnos mejor. En esta tesitura estudiamos los verbos, los nombres, los adjetivos, las preposiciones (que, como Plutón, van cambiando cada poco tiempo), los pronombres (...)
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La lengua, por tanto, no es un objeto externo a la mente humana, sino interno; y no tenemos que “aprender” las reglas sintácticas porque las adquirimos de modo inconsciente gracias a la facultad del lenguaje. Esto modifica de manera radical la perspectiva con la que ha de ser estudiada la lengua desde un punto de vista científico, similar al que se adopta para estudiar otros objetos del mundo natural.
No, las reglas sintácticas no las adquirimos de modo inconsciente, sino conscientemente cuando la escuchamos en otras personas. Si un crío se educa sin un entorno social y sin comunicación va a tener una capacidad de expresión mucho más limitada y una inteligencia también más limitada. Hay casos de niños salvajes que demuestran esto.
Estudiar la lengua te hace entender que muchos de los usos que haces son dialectales o incluso erróneos y te ayudan a comunicarte con mayor efectividad y con un mayor número de personas, ya que lo que aprendes es un estándar, que es el que usan la mayor parte de los hispanohablantes (si eres hispanohablante) o de los demás hablantes de una lengua si te educas en otra lengua.
Esta característica permite a los determinantes legitimar sujetos antepuestos, esto es, lo que hacen los determinantes es permitir que un nombre aparezca en la posición de sujeto preverbal
En primer lugar, ya nadie utiliza determinantes sino adjetivos determinativos, esta persona está utilizando la gramática tradicional que ya ha sido superada. Segundo esto que ha escrito es una soberana sandez. Decir que un adjetivo determinativo permite que un nombre aparezca en la posición de sujeto preverbal es decir que un sujeto después del verbo y sin adjetivo determinativo es correcto, ¿en serio podemos decir "hambre tienen niños"? Eso por no hablar de que se olvida de que los nombres propios también son nombres y que a menudo no llevan ningún tipo de adjetivo determinativo: María tiene hambre.
Veamos ahora qué pasa con los numerales: los cardinales, que expresan número, legitiman, como otros determinantes, los nombres en posición de sujeto preverbal: Tres niños sonreían encantados. No sucede lo mismo con los ordinales (que expresan orden): Tercer niño sonreía encantado no es una oración bien formada, precisamente porque no hay determinante en el sujeto (El tercer niño sonreía encantado es perfecta).
Los numerales pueden tener otro adjetivo determinativo cuando son cardinales y es obligadorio cuando son ordinales precisamente porque estos últimos indican un orden que puede ser específico (el tercer niño de la derecha salió corriendo, específicamente el niño de la derecha) o indefinido (un tercer niño salió corriendo, un niño cualquiera). Y hay una clara diferencia de significado entre un tercer niño sonreía encantado (niño desconocido o arbitrario) y el tercer niño sonreía encantado (ese niño que conocemos o que ha sido anteriormente citado).
Parece, por tanto, que los ordinales no pueden ser clasificados como determinantes sino, más bien, como adjetivos modales
Vamos que no tiene ni idea de lo que son los adjetivos modales. Los adjetivos pueden acompañar a otros adjetivos: esta roja casa, mi gran amigo de la infancia, por las cuales compañías,...
Por tanto, si nos permiten un consejo, cuando estudien con sus hijos y vean cambios, ya sea en gramática o en física, no piensen, más o menos desdeñosamente, aquello de “cuando yo lo estudiaba no se llamaba así”;
Dicen las que hablan de determinantes en pleno siglo XXI cuando esto ya no se hacía ni en los institutos de enseñanza media a finales del anterior.
Acabo de leer que son profesoras titulares de lengua en una universidad.
#FreeAssange
#5 No me he enterado mucho de lo que dicen pero un resumen es que ellas piensan que los números son determinantes?
Cuando tengáis que huir laboralmente a Alemania y haya que aprender esa lengua en tiempo récord para no acabar explotado, la sintaxis os vendrá muy bien.
Entiendo no por saber¿
Podríamos asegurar que no es fundamental, dado que existe una gran ignorancia al respecto pero todo y con eso somos capaces de comunicarnos entre nosotros.
Por otro lado, en vista de en que forma un gran porcentaje de la población se expresa... podríamos asegurar que sí es algo necesario.
Los que dicen que la lengua es un mero instrumento de comunicación para justificar su decisión de machacar las lenguas de la Península Ibérica encontrarán algunos párrafos que contradicen sus creencias.
#2 Desarrolla más eso, por favor. Porque (confiésalo) tú has venido aquí a hablar de tu libro...
Claro. El balonpié tiene sus reglas, pero sin tácticas es difícil ganar.