Casi un siglo separa estos dos mapas de la Sagra. Uno de ellos muestra una red ferroviaria de finales del siglo XIX. La otra es el resultado de años de duro trabajo y muchísimo dinero para lograr una red propia del siglo XXI, de las más modernas de Europa. Aunque he omitido poner cuál es cada mapa, conociendo la trayectoria de los ferrocarriles españoles, resulta imposible confundirlos.