La disponibilidad de vacunas contra el síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2) brinda esperanzas para la mitigación de la pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19). No se ha establecido la seguridad y eficacia de la vacuna en personas con enfermedades autoinmunes crónicas como la esclerosis múltiple (EM). Los informes anecdóticos sugieren que las vacunas pueden estar asociadas con la inflamación del cerebro, la médula espinal, el sistema nervioso periférico y el corazón.
Comentarios
Ya que estamos me traigo también las conclusiones:
"En conclusión, presentamos una serie de casos de siete individuos con desmielinización del SNC después de la vacunación con COVID-19. Los síntomas fueron transitorios y respondieron a la terapia con corticosteroides solos (n = 6) o corticosteroides seguidos de terapia de recambio plasmático (n = 1). Dado el gran número de pacientes con EM que han recibido la vacuna COVID-19, es notable que solo hay unos pocos informes de personas que experimentan una nueva actividad de enfermedad inflamatoria del SNC después de la vacunación. Se requieren grandes estudios controlados prospectivos / registros formales para establecer una posible relación entre las vacunas COVID-19 y la desmielinización aguda del SNC. En la actualidad, parece que los beneficios de la vacuna COVID-19 superan cualquier riesgo potencial para la población con EM."
#3 En este informe me falta saber el número de pacientes a los que se ha estudiado para sacar esos 7 afectados.
Soy paciente de EM y me he presentado voluntario a los estudios de efectos secundarios.
Vista la cantidad de gente que hacía cola en neurología para las extracciones de control, creo que el número de pacientes de EM vacunados debe ser realmente alto... y solo 7 casos de desmielinización en una enfermedad que justamente se basa en la desmielinización me parecen pocos para justificar una relación con la vacuna.
Ojo! que me parece muy interesante que lo estudien y realicen estos informes, pero no me parece significativo.
Yo me he puesto las dos dosis y no he tenido ningún contratiempo más allá de fiebre después de la segunda dosis.
Si me propusieran una tercera me la pondría encantado.
Sobre la base de la alta morbilidad y el curso impredecible de COVID-19, y la necesidad de lograr la inmunidad colectiva, se ha recomendado la vacunación para los pacientes con EM. Informamos las características clínicas y de resonancia magnética de siete personas que recibieron Moderna ( n = 3) o Pfizer ( n = 4) Vacunas de ARNm del SARS-CoV-2. Entre uno y 21 días después de la primera ( n = 2) o la segunda ( n = 5) dosis de la vacuna, estos pacientes desarrollaron síntomas neurológicos y hallazgos de resonancia magnética consistentes con desmielinización activa del SNC del nervio óptico, el cerebro y / o la médula espinal. Los síntomas incluyeron pérdida visual, dismetría, inestabilidad de la marcha, parestesias, alteración del esfínter y debilidad de las extremidades. La edad osciló entre 24 y 64 (media 39,1) años; cinco eran mujeres (71,4%). El diagnóstico final fue exacerbación de EM estable conocida ( n = 4, dos estaban recibiendo terapia modificadora de la enfermedad en el momento de la vacunación), EM de nueva aparición ( n = 2) o neuromielitis óptica de nueva aparición ( n = 1). Todos respondieron al corticosteroide ( n = 7) o terapia de intercambio de plasma ( n = 1), con cinco regresando a la línea de base y dos acercándose a la línea de base. Se requieren grandes estudios prospectivos para investigar más a fondo cualquier posible relación entre las vacunas COVID-19 y la desmielinización aguda del SNC.
Discusión
Divulgamos siete casos de enfermedad desmielinizante aguda del SNC (nervio óptico, cerebro y / o médula espinal) después de la primera ( n = 2) o la segunda ( n = 5) dosis de una vacuna de ARNm COVID-19 (Moderna n = 3; Pfizer n = 4). Todos los pacientes experimentaron nuevos síntomas neurológicos, que ocurrieron entre 1 y 21 (media 13,7) días después de la vacunación, atribuibles a la afectación del nervio óptico, el cerebro o la médula espinal, incluida la pérdida visual, dismetría, inestabilidad de la marcha, parestesias, alteración del esfínter y debilidad de las extremidades.