Iñaki Urdangarin sigue disfrutando de la playa en el que podría ser su último verano en libertad. Tras haber solicitado al Tribunal Supremo su libre absolución por el Caso Nóos, el marido de la infanta se encuentra en la localidad francesa de Bidart junto a sus hijos y arropado por su familia.
A ver, está sentado en la playa. Leyendo.
De la foto no se desprende que esté ajeno a sus problemas judiciales ni gastrointestinales si los tuviera.
Y a su familia no se la ve por ningún lado..
En Francia ? Si viniera a Benidorm hacían cola para pedirle autógrafos como a C.Ronaldo en el juzgado.
Francia tiene su «La cena de los idiotas» y nosotros tenemos «El país de los idiotas»
Vamos a ver. En principio y dado que cuenta con abogado y no se tiene que representar a sí mismo quien no es ajeno su abogado.
Seguro que es consciente de la situación en la que está, de cual es el peor escenario posible, cual es el mejor escenario y cuál el más probable. Por si acaso ya le ha dicho a sus allegados con que pan quiere los bocatas de lima que le lleven a ma cárcel, aunque espera no olerla.
Mientras llega lo que tiene que llegar nada le impide disfrutar de un chapuzon o de una lectura en la playa.
Comentarios
Está ajeno a sus problemas judiciales en la playa y en todas partes.
A ver, está sentado en la playa. Leyendo.
De la foto no se desprende que esté ajeno a sus problemas judiciales ni gastrointestinales si los tuviera.
Y a su familia no se la ve por ningún lado..
En Francia ? Si viniera a Benidorm hacían cola para pedirle autógrafos como a C.Ronaldo en el juzgado.
Francia tiene su «La cena de los idiotas» y nosotros tenemos «El país de los idiotas»
Vamos a ver. En principio y dado que cuenta con abogado y no se tiene que representar a sí mismo quien no es ajeno su abogado.
Seguro que es consciente de la situación en la que está, de cual es el peor escenario posible, cual es el mejor escenario y cuál el más probable. Por si acaso ya le ha dicho a sus allegados con que pan quiere los bocatas de lima que le lleven a ma cárcel, aunque espera no olerla.
Mientras llega lo que tiene que llegar nada le impide disfrutar de un chapuzon o de una lectura en la playa.