Se llama Debra Winger (1955), y durante años fue la musa de América, la más bajita que jamás han tenido (1,63, por el 1,73 de Meg Ryan o el 1,74 de Julia Roberts) y la más lanzada de todas. Fue capaz de ser la novia de Richard Gere en Oficial y caballero.Entre tanta actriz neumática y tanta curva accidentada, Winger no era una actriz: era la actriz. Pero como suele pasar, llegados a cierto punto, esta se desvaneció para dejar paso a una generación de mujeres florero cuya capacidad para conmover, para epatar, era similar a la de una percha.
Comentarios
Yo...La echo tanto, pero taaaantísimo de menos...Pero hasta para retirarse tuvo dignidad al ver que entraba en la madurez y los papeles que le ofrecían no estaban a la altura. Que Hollywood no fuese capaz de crearle películas a medida demuestra su miope y profundo machismo. Sin duda me quedo con "Tierras de penunmbra", una peli que he debido ver más de veinte veces y la cabrona siempre consigue que llore a moco tendido.
De las muy muy grandes.
#1 Suscribo todo lo dicho.
#2 Oh! Qué ilusion!
#1 Bueno, no sé hasta que punto tuvo la dignidad de retirarse con la madurez o no le quedo más remedio. No me acuerdo cual actriz lo dijo, que a partir de los 40 a las mujeres solo se les ofrecen papeles secundarios de abuelita marchosa. ¿Álguien sabe por donde andan Michelle Pfeiffer, Sharon Stone, Kim Basinger... y otras estrellas de los 90?
Me encantaba. Mi peli favorita (que seguro no es la mejor): "El cielo protector".