El fallo no da crédito a las excusas del religioso, quien en el acto del juicio oral, en el que tan sólo respondió a las preguntas de su abogado, enmarcó el material que envió a la denunciante vía «whatsapp» en un mero «juego sexual» e incluso acusó a la menor de engatusarle para luego someterle a chantaje con su madre y una tía.
Comentarios
Dice el acusado que no se percató de que le pedían vídeos subidos de tono para chantajearle después.
Vamos, que dice que él es la víctima.
Cambió de parroquia.
El potencial violador de menores, no pisara el trullo