Hace 5 años | Por Thornton a lapiedradesisifo.com
Publicado hace 5 años por Thornton a lapiedradesisifo.com

Hasta hace unos años, las fanáticas de la literatura que visitaban París tenían una parada obligatoria en el cementerio de Père Lachaise para besar la tumba de Oscar Wilde. Sin embargo, el carmín rojo de los pintalabios estaba deteriorando tanto el monumento que las autoridades decidieron levantar alrededor de la tumba un cristal antibesos. Pero que no desesperen quienes peregrinan a Père Lachaise. Si en la tumba de Wilde no hay suerte de momento todavía queda la alternativa de manosear el paquete de un escritor, el de Victor Noir.