Todos conocemos a alguien que a la hora de tomar algo prefiere pagar sólo su consumición y no dividir el gasto en partes iguales. Un comportamiento que no lo hace más infeliz... de hecho, en muchas ocasiones las personas que menos derrochan son las que más triunfos acaban consiguiendo en la vida
#5 Si no está claro si se va a pagar a escote o cada uno lo suyo, entonces se pueden dar situaciones tensas como "¿Alguien quiere postre?" (a 5 euros la unidad) Todos se miran. mmm "No. No sé." Uno dice que sí, que le apetece probar el tiramisú. Entonces todos se tiran a la piscina y acaban engordando un 30% por ciento más el total.
#8 cierto, pero el mayor problema es que compartas mantel con algún "entendido" en vinos que se empeña en pedir el segundo más caro de la carta y entonces es el momento de dejar claro al resto de comensales que uno solamente va a pagar lo suyo.
Con gente conocida con la que a veces uno pide más u otro día menos, no hay problema. Con gente menos conocida: menú cerrado o cada uno paga lo suyo.
Joe, pos mi ex tiene que ser la mar de feliz, que le daba la pasta para pagar las birras y se quedaba las vueltas. Y que le dure la felicidad que buen chaval es, aburrido como el solo, pero buen chaval.
Va a sonar como a broma pero os aseguro que es completamente cierto.
La abuela de una amiga murió sin probar un helado, cuando le preguntaban por qué no quería probarlos siempre respondía con la misma pregunta: ¿Y si me gustan... qué?
Era el colmo de la tacañeria la señora.
#6 Mi abuela dejó de comprar yogures el día que aumentaron de precio una peseta. Cuando enchufaba la lavadora, desenchufaba el frigorífico para no gastar tanto. De nada servía que le explicases el funcionamiento de un frigorífico.
En cualquier caso, disiento de la conclusión. Los tacaños no disfrutan nada de la vida, y al fin y al cabo son las experiencias las que te hacen ser feliz. No es feliz el que desea un helado pero retiene sus instintos, si no quien se lo come.
#9 Pues ríete, si hace mucho tiempo de eso ciertamente no tiene sentido, pero no te creas que sería tan descabellado hacerlo hoy en día que la potencia contratada es la parte más importante de la factura!
Comentarios
"alguien que a la hora de tomar algo prefiere pagar sólo su consumición y no dividir el gasto en partes iguales."
Presente. Cada uno que se pague sus vicios, que hay mucho caradura suelto por ahí
#5 Si no está claro si se va a pagar a escote o cada uno lo suyo, entonces se pueden dar situaciones tensas como "¿Alguien quiere postre?" (a 5 euros la unidad) Todos se miran. mmm "No. No sé." Uno dice que sí, que le apetece probar el tiramisú. Entonces todos se tiran a la piscina y acaban engordando un 30% por ciento más el total.
#8 cierto, pero el mayor problema es que compartas mantel con algún "entendido" en vinos que se empeña en pedir el segundo más caro de la carta y entonces es el momento de dejar claro al resto de comensales que uno solamente va a pagar lo suyo.
Con gente conocida con la que a veces uno pide más u otro día menos, no hay problema. Con gente menos conocida: menú cerrado o cada uno paga lo suyo.
Hola soy un tacaño, pregúntame, pero no te pienso decir ni mú.
#3 se te ve contento
Sobre todo si vives la vida como si fuese un huracán con carreras, lasers y aeroplanos.
Errónea. Los catalanes están jodidos.
Joe, pos mi ex tiene que ser la mar de feliz, que le daba la pasta para pagar las birras y se quedaba las vueltas. Y que le dure la felicidad que buen chaval es, aburrido como el solo, pero buen chaval.
Va a sonar como a broma pero os aseguro que es completamente cierto.
La abuela de una amiga murió sin probar un helado, cuando le preguntaban por qué no quería probarlos siempre respondía con la misma pregunta: ¿Y si me gustan... qué?
Era el colmo de la tacañeria la señora.
#6 Pero derrochaba humor
#6 Mi abuela dejó de comprar yogures el día que aumentaron de precio una peseta. Cuando enchufaba la lavadora, desenchufaba el frigorífico para no gastar tanto. De nada servía que le explicases el funcionamiento de un frigorífico.
En cualquier caso, disiento de la conclusión. Los tacaños no disfrutan nada de la vida, y al fin y al cabo son las experiencias las que te hacen ser feliz. No es feliz el que desea un helado pero retiene sus instintos, si no quien se lo come.
#9 Pues ríete, si hace mucho tiempo de eso ciertamente no tiene sentido, pero no te creas que sería tan descabellado hacerlo hoy en día que la potencia contratada es la parte más importante de la factura!
Artículo redactado por un tacaño para tacaños.
la avaricia es el único vicio que no cuesta nada.