Hace 5 años | Por Ripio a danielmarin.naukas.com
Publicado hace 5 años por Ripio a danielmarin.naukas.com

El Sol constituye la mayor masa del sistema solar y, por lo tanto, es la mejor opción para realizar una maniobra de asistencia gravitatoria de cara a una misión interestelar. Si además esta maniobra va acompañada de un impulso procedente de un sistema de propulsión durante el paso por el perihelio, la magia del efecto Oberth permitirá obtener velocidades de exceso hiperbólicas lo suficientemente altas como para enviar una sonda al medio interestelar.

Comentarios

anxosan

Dice que: "una sonda que adquiera una Delta-V de 14,6 km/s a una distancia de 4 radios solares logrará una velocidad de 20 UA al año (es decir, tres mil millones de kilómetros por año), suficiente para alcanzar una distancia de 500 UA en 25 años".

Puede parecer mucho, pero en los tiempos que manejamos los humanos, es una birria.
A esas velocidades, si se confirmase la existencia del Planeta Nueve una sonda que enviásemos a examinarlo tardaría entre 10 y 60 años en llegar (una vez alcanzada la velocidad), a lo que habría que sumarle unos 6-10 años más para acelerar.
Y si hablásemos de mandar, a esas velocidades, una sonda a Próxima B (que es la estrella más cercana) tardaría en llegar algo más de 12000 años.
Aún nos queda todo muy lejos, a estas velocidades... de record.

Zuir

Cuando hablamos del Universo, no podemos imaginar las distancias. Por eso intentamos compararlo con cosas que conocemos. Pongamos el ejemplo de que el Sol estuviera en la Puerta del Sol y Neptuno en Valencia.
Pues la Tierra estaría por el IFEMA y Marte en la T4. Esos 5 Km es el mayor reto que tiene ahora la humanidad.
Pues desde el IFEMA hemos lanzado una piedra para que pase lo más cerca de la Puerta del Sol sin que la toque para que no se queme. Pues ha pasado a la altura de Cibeles o el Palacio Real.
El Sol sería una bola de 90 metros (más o menos como la plaza) y la Tierra una pelota de 85 cm de diámetro.
Lo que resulta más curioso es el mecanismo para lanzar la piedra porque la velocidad funciona al contrario (va más lenta cuando la lanzamos). Es como si dejásemos caer un objeto hacia la Puerta del Sol. Lo que impide a la Tierra no caer es su velocidad orbital. Para que caiga, debemos reducir su velocidad, teniendo que gastar energía en el frenado. Es decir, para batir el récord de velocidad de algo creado por el ser humano, hemos tenido que invertir muchísima energía en frenar al objeto.
Por último, hay que recordar que desde el 2017 el centro (de masas) del Sistema Solar no está en el Sol (los planetas lo van moviendo, sobre todo Júpiter). Regresará al Sol en unos 10 años. En nuestro modelo, el centro se podría desviar hasta 50 metros.

D

La sonda alcanzó los 343 190 km/h .

Para que os hagáis una idea, esa velocidad es hacer el viaje desde la Tierra hasta la Luna en menos de 1 hora.

Es decir, es como llegar a la Luna en menos de lo que yo tardo en llegar de unos puntos de mi ciudad a otros en coche por culpa del tráfico.

O como viajar de una capital de provincia a la de al lado en 1 segundo.