La seguridad de los documentos es un elemento clave para muchos autónomos y profesionales. Archivar informes judiciales, cuentas anuales, planificaciones, estrategias de empresa, etc. requiere confidencialidad y seguridad. Pero, después de ser tan cuidadosos con la privacidad de nuestros escritos ¿qué hacemos cuando queremos encuadernarlos? ¿Meterlos en un pendrive y dejarlos en manos de terceros para que lo impriman y encuadernen? ¿Llevarlo a una copistería impreso por nosotros y dejarlo un tiempo hasta que nos pongan un gusanillo?