Hace 6 años | Por Thornton a theobjective.com
Publicado hace 6 años por Thornton a theobjective.com

Nos gusta clasificarlo todo y señalar las diferencias, a veces innecesarias, poniendo etiquetas a la superficie. En ese intento por encasillar cada cosa en su lugar inventado, caemos en la absurdidad de asignar colores para identificar de forma simplista incluso hasta los géneros. Sin ambigüedades ni matices; lo masculino es azul y lo femenino rosa. Lo dicen los juguetes, el marketing, la moda… Lo dice, en definitiva, la semiótica. Lo curioso es que esto no siempre fue así. ¿Sabías que hasta 1940 el rosa se asociaba a la masculinidad?

Comentarios

U

Los colores no se pero mi hijo a las Monster Hide no las puede ver ni en pintura.