Son de esas historias que, si te las cuentan, parecen sacadas de un concurso de monólogos. Una broma de mal gusto que, no obstante, ha pasado. Y lo ha hecho en Ansoáin. El bucle sobre el que se asientan los hechos comenzó el pasado 2 de septiembre de 2006, cuando un vecino de la localidad sufrió la sustracción de su vehículo y formuló la correspondiente denuncia ante las dependencias de Policía Municipal de Pamplona. Dos semanas más tarde, se le comunicó que su vehículo había aparecido en una ciudad de Dinamarca.
Comentarios
¿Y cómo ha llegado hasta allí sin vehículo?
La noticia no solo sorprende por la distancia recorrida por el vehículo, también es extraordinaria la dilatación temporal entre el acontecimiento de los hechos y la publicación de la noticia
Huele a podrido en Dinamarca
#2
Huele que lo utilizaron para transportar drogas a 2500km de distancia.