Hace 6 años | Por libres a cienciasinmiedo.es
Publicado hace 6 años por libres a cienciasinmiedo.es

El último libro de Brenda Chávez, "Tu consumo puede cambiar el mundo. El poder de tus elecciones responsables, conscientes y críticas", tiene un hilo conductor general, y es el postulado de que este sistema es injusto, insostenible, depredador, tóxico, inhumano, impostor… y con las acciones de consumo podemos luchar para cambiarlo. Chávez nos llega a convencer de que no es una utopía transformarlo. Para concienciarnos la autora propone un ejercicio simple de imaginación, el flashback que se produciría al tocar cada producto que está a la venta…

Comentarios

D

#8 Si yo no digo que sea factible o no, digo que es 100% más efectivo.

Pero vamos, que se han hecho muchas leyes limitando productos. Para empezar, todas las restricciones farmacéuticas o alimenticias de la UE.

Y muchas de esas restricciones no han sido del gusto de algunas multinacionales.

io1976

#9 Un ejemplo de la falta de efectividad real es la cantidad de productos que en un pais estan prohibidos y en otro no, y no solo hablo de carcinógenos o disruptores endocrinos, tambien pasa por ejemplo con semillas trasgénicas, hervicidas etc.

D

#10 Sí, pero desde luego es más efectivo que delegar en la decisión individual de los consumidores.

Si tú mismo bajas los brazos a la hora de conseguir leyes, imagínate lo absolutamente imposible que es lograr convencer a los consumidores de que hagan una cosa y no la otra. Los millones en publicidad se gastan desde el otro lado.

La lucha, de hacerse, debe hacerse para generar leyes (y que se apliquen correctamente). Difícil o no, imposible o no, es un camino muchísimo menos complicado que el que propone el artículo.

io1976

#11 Si las cosas quiere uno que cambien, tiene que empezar cambiando él y dentro de eso está el consumo responsable. No soy de creer en los reyes magos y que sean los políticos los que arreglen las injusticias de las grandes empresas con los trabajadores el medio ambiente etc.

D

#12 Pero es que el mundo no funciona así.

¿Usted ha visto que los lobbies presionen a la gente? ¡Presionan a los políticos! ¡Porque el mundo se cambia desde la política!

O los lobbies son gilipollas (que no lo creo), o el mundo se cambia desde la política, no desde uno mismo.

Las dos cosas a la vez no son compatibles.

P.D: No confunda usted "política" con "los políticos", que es como confundir la mecánica con los mecánicos.

D

#13 Pero es que el mundo no funciona así. Por eso vamos como vamos.

Hemos de ser nosotros quienes cambiemos y las empresas, los políticos y el mundo entero nos seguirán.
No hay ya otro camino. No hay que consumir, hay que hacer uso, usar.
No digo que volvamos a la austeridad de nuestros abuelos pero si a la sobriedad, la mesura y el comedimiento en el gasto de recursos.
Hay una ya nueva economía de la abundancia en la colaboración (y no me refiero a Uber ni a AirB&B), en los cuidados, en el saber, en el respeto, en el esfuerzo, que hemos de conquistar al consumismo-de-lo-escaso y del agotamiento de los recursos.
Varios ejemplos son:
https://www.streetbank.com/splash?locale=es
https://www.goteo.org/
https://jakbank.jak.se/
http://www.fiarebancaetica.coop/
https://www.ecologistasenaccion.org/
https://www.somenergia.coop/es/ https://www.suop.es/es/comunidad

Remunicipalización del agua como recurso escaso y contaminado: París, Valladolid, ... Italia como ejemplo.

Ahí fuera hay un mundo nuevo que está empezando y que te necesita ¿vas a perdértelo?

D

Yo también lo pienso, luego veo la cantidad de envases de plástico que tienen depositados los vecinos para reciclar y ya no lo pienso tanto...

D

El mundo se cambia con muchísimo menos esfuerzo (y más rápido) con leyes.

Lo del consumo responsable es una engañifa para darle carta blanca al poder multinacional. Y, encima, para que culpemos al consumidor y no al productor (y además induce a lo que con tanta razón dice #2: "¿De qué vale que yo lo haga si los demás no?".

Una ley un martes por la mañana declarando ilegal la venta del maligno producto X, y el miércoles por la tarde se acabó el asunto.

kie

#3 A la vista de qué intereses defienden los poderes públicos, creo que es más realista pensar que el cambio vendrá desde los consumidores.

Pero ojo, sigue siendo un imposible. Yo he adoptado una serie de conductas que pienso pueden ayudar a vivir en un mundo mejor y casi que la gente se ríe de mí. Cosas como no tener coche, no irme de vacaciones a casa Cristo, comer poca carne y comida procesada,... son vistas como excentricidades y se pitorrea todo dios.

D

#4 Yo no me pitorreo, y te animo a seguir así.
Pues será mas fácil cuando los que se pitorrean de ti tengan que imitarte
porque no podrán sostener el mundo del despilfarro, que no les hace mas felices
que les arruina poco a poco y nos envenena a todos los demás.

io1976

#3 Lo llevas tu claro para que se legisle en contra de las multinacionales, vete a bruselas y veras a los lobbies campando a sus anchas en su cortijo.

libres

… Así, podríamos saber todo su recorrido desde la forma en la que se obtuvieron las materias primas, pasando por el proceso de fabricación y distribución, y cómo las personas y el medio ambiente han sido tratadas en ese recorrido. Si pudiéramos hacerlo, seríamos más conscientes de terribles historias, muchas de las cuales están contadas en el libro.

Pese a que la obra está escrita para dar un mensaje final positivo, deja un regusto ácido, un nudo en la garganta al mostrar algunas de las aberraciones cometidas por empresas dentro de este sistema capitalista neoliberal, enfocado en el crecimiento, que Chávez critica sin tapujos, señalando claramente a aquellas corporaciones que alimentan la injusticia, al mismo tiempo que no se deja engatusar pese a los intentos de greenwashing de algunas de ellas, ni tampoco por famosos que fallan en implicarse, o lo hacen de manera frívola. En este sentido, Chávez es contundente.

El libro está bien documentado ya que se cimenta en tres pilares fundamentales: (1) La propia experiencia de la autora tras muchos años lidiando con anunciantes y presiones de marcas; (2) Las más de 200 entrevistas realizadas a diferentes actores en esta temática; (3) Un gran número de notas bibliográficas. Es más, al final de cada capítulo se pueden econtrar unas Microguías, consejos sencillos para enfocar el consumo, pero no por ello carentes de trasfondo, ya que se basan en todo el trabajo previamente documentado, y que además se amplían en su web: http://www.brendachavez.com

Chávez navega con precisión por diferentes sectores de consumo: alimentación, moda, belleza, hogar, transporte, energía, tecnología, medicamentos, banca, consumo infantil, e incluso mascotas y viajes. Por tanto, se hace un dibujo bastante completo de la gran mayoría de decisiones de compra que realizamos.

“Dejemos de frecuentar malas compañías”, como bien indica la autora al final de la obra, y hagámoslo sin obsesionarnos o culparnos por no alcanzar la perfección, algo que es imposible. Así, la dirección correcta la vamos recorriendo nosotros con cada acto de consumo. Sorprende, ciertamente, la cantidad de opciones que en la mayoría de sectores podemos encontrar para ir dando pasos en ese camino correcto. Y este es uno de los puntos fuertes del libro, el mostrar numerosas alternativas hacia donde encaminar nuestras compras.

Al fin y al cabo, el mensaje que envía el libro es que otra economía es posible, y reclamar esto no debería ser objeto de crítica de ningún tipo, ya que estaría en consonancia con lo estipulado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuyos artículos emplea Chávez al inicio de cada capítulo para recordarnos que no estamos pidiendo nada que no sean nuestros derechos, y que el actual sistema fomenta que se vulneren constantemente.

Autarca

Gilipolleces!!

Esto es como lo de "si bebes no conduzcas" pero el límite de alcoholemia a 0'80 ¿conclusión? Un sábado por la noche de los 80 el 99'99% de conductores iba borracho.

Ley!!! La concienciación no es más que una tirita en una amputación.

Trigonometrico

#5 Lo mejor para conducir es no beber ni una cerveza.

Autarca

#6 recomiendalo pero permitelo.

Ya verás