[c&p] Una línea roja divide el suelo. Cuatro alumnos del colegio Joan Coret de Badalona (Barcelona), representan cuatro realidades, idiomas y países: Denis, Vinsa, Singxuan y Bowen. Todos permanecen a un lado. Saben que no deben cruzar la raya, aunque sólo balbucean algunas palabras: "hola, blau, blanc". "¡Detrás de la línea!", les recuerda la maestra del aula cíclica, la solución temporal que las autoridades educativas han dado al centro -como a los demás de la zona- ante la oleada de alumnado inmigrante que ha llegado en las últimas semanas.
Comentarios
Evidentemente los profesores están llegando al límite de sus posibilidades y paciencia.
Tienen una bomba entre manos que no pueden, ni saben, ni les dan medios para manejarla.
El tema de la inmigración en las zonas receptoras como Catalunya y tantas otras está desvocado a todo nivel, y en la educación no iba a ser una excepción.
Muchos tenemos la impresión de que aparcan a los niños, pues los medios no son suficientes y no se ven soluciones a la vista. Ultimamente solo leemos de los cambios de la flota de automoviles de los políticos, mientras tenemos este problema inmenso con nuestra juventud, que van a ser los hombres del mañana. Parece que todo el dinero se va a donde hay dinero, a la concertada, a la privada y en la publica aglutinan a los crios y los aparcan, mientras la bola de nieve va creciendo y se nos viene a todos encima.
Van a crecer profesocitos...