La población de caballos salvajes, o mustangs, disminuyó considerablemente en los Estados Unidos durante el siglo 20. La modernización del campo, las condiciones climáticas extremas, la caza indiscriminada y la presión humana todos han llevado a la lenta desaparición de caballos salvajes. Pero en una zona del sur de España, el patrimonio y las líneas de los mustangs viven. (Traducción google en 1).
#2 Muy bueno. Como curiosidad, el nombre se genera automáticamente obligando a un yanqui a pronunciar "mesteño", denominación común a esos caballos importados.
¿No serían primos más cercanos de los criollos argentinos? Descienden de los caballos salvajes que estuvieron aislados en las Pampas y la Patagonia después de la destrucción de Buenos Aires en la segunda mitad del s. XVI. Supongo que los caballos marismeños y los de las retuertas han seguido cruzándose con las demás razas españolas, mientras que en la Patagonia todavía quedan algunas manadas salvajes aisladas como los mustangs.
#5 No me gusta ese artículo, empieza hablando del caballo criollo americano, todos los tipos de caballo salidos de los caballos ibéricos en América, y luego se cambia al criollo argentino, una raza particular de caballo, surgida principalmente de las tropillas de Liempichún (su apellido mapuche, no me acuerdo de su verdadero nombre gününa-küne). Los puelches criaban caballos desde hacía unos pocos siglos, ellos o sus parientes los domesticaron por cuenta propia en algún momento del siglo XVII, cuando ya habían proliferado tras décadas en libertad.
Si el marismeño y el de las retuertas se han seguido cruzando, la noticia es medianamente errónea, y estarían más cerca algunas razas aisladas de caballo criollo americano, como las manadas libres de la Patagonia que mencioné antes y razas locales con pocos cambios posteriores a su introducción. Por ejemplo, el criollo chileno no sería pariente cercano, porque a la base ibérica se le añadieron aportes de árabes e ingleses a fines del s. XIX.
Google traducción: La población de caballos salvajes, o mustangs, disminuyó considerablemente en los Estados Unidos durante el siglo 20. La modernización del campo, las condiciones climáticas extremas, la caza indiscriminada y la presión humana todos han llevado a la lenta desaparición de caballos salvajes. Pero en una zona del sur de España, el patrimonio y las líneas de los mustangs viven.
De 1493 a 1512 un estimado de 500 caballos viajaban en los barcos a las Américas. Esta importación de ganado junto con sus criadores de la zona pantanosa del río Guadalquivir, en la costa atlántica del sur de España tuvo un impacto claro en el Nuevo Mundo. En 1971, el Congreso reconoció el mustang como un símbolo vivo "del espíritu histórico y pionero del Oeste" que sigue contribuyendo a la diversidad de formas de vida dentro de los Estados Unidos y enriquecer las vidas de los estadounidenses.
Ese espíritu y el sentido de la unión de los animales con el hombre sigue vivo en el punto de origen de los mustangs ', las marismas del Parque Nacional de Doñana en la región occidental de Andalucía, la parte sur de la península Ibérica, que también encarna Sevilla.
La Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño en España estaba formada por descendientes de personas que, en la antigüedad, crearon un pacto entre el dios de los mares y los caballos, y ahora trabaja para preservar la forma de vida de la última población de caballos salvajes que viven en la libertad.
En 2015, con la ayuda de la Asociación de Criadores de Ganado Marismeño, fotoperiodista David Rengel documentó la "La Saca de las Yeguas," o "Fuera de los Mares" festival, un evento anual que se lleva a cabo en Andalucía a finales de junio. Los esfuerzos de la asociación han sido cruciales para la preservación de los caballos Retuerta y Marismeño, dos razas raras que son algunos de los más antiguos de Europa y autóctona de Andalucía. Ambos se han colocado en la lista de especies en peligro de extinción.
Cada año, los caballos hacen la peregrinación sagrada del Parque Nacional de Doñana, considerada la mayor reserva ecológica de Europa y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994, en la localidad de Almonte, antes de ser paseado por la aldea del Rocío,
Comentarios
A ver si los caballos dejan de copiar los nombres a las marcas de coches. Porque yo esperaba ver un 2 caballos o algo así al abrir el artículo...
#2 Si... esos putos animales son unos plagiadores. Y esto también va por los putos jaguares...
#2 Puff. Pues imagínate a mi, que esperaba ver un P-51 con motor Merlin.
#2 Muy bueno. Como curiosidad, el nombre se genera automáticamente obligando a un yanqui a pronunciar "mesteño", denominación común a esos caballos importados.
¿No serían primos más cercanos de los criollos argentinos? Descienden de los caballos salvajes que estuvieron aislados en las Pampas y la Patagonia después de la destrucción de Buenos Aires en la segunda mitad del s. XVI. Supongo que los caballos marismeños y los de las retuertas han seguido cruzándose con las demás razas españolas, mientras que en la Patagonia todavía quedan algunas manadas salvajes aisladas como los mustangs.
#3 Va a ser que no.
https://es.wikipedia.org/wiki/Caballo_criollo
#5 No me gusta ese artículo, empieza hablando del caballo criollo americano, todos los tipos de caballo salidos de los caballos ibéricos en América, y luego se cambia al criollo argentino, una raza particular de caballo, surgida principalmente de las tropillas de Liempichún (su apellido mapuche, no me acuerdo de su verdadero nombre gününa-küne). Los puelches criaban caballos desde hacía unos pocos siglos, ellos o sus parientes los domesticaron por cuenta propia en algún momento del siglo XVII, cuando ya habían proliferado tras décadas en libertad.
Si el marismeño y el de las retuertas se han seguido cruzando, la noticia es medianamente errónea, y estarían más cerca algunas razas aisladas de caballo criollo americano, como las manadas libres de la Patagonia que mencioné antes y razas locales con pocos cambios posteriores a su introducción. Por ejemplo, el criollo chileno no sería pariente cercano, porque a la base ibérica se le añadieron aportes de árabes e ingleses a fines del s. XIX.
Google traducción: La población de caballos salvajes, o mustangs, disminuyó considerablemente en los Estados Unidos durante el siglo 20. La modernización del campo, las condiciones climáticas extremas, la caza indiscriminada y la presión humana todos han llevado a la lenta desaparición de caballos salvajes. Pero en una zona del sur de España, el patrimonio y las líneas de los mustangs viven.
De 1493 a 1512 un estimado de 500 caballos viajaban en los barcos a las Américas. Esta importación de ganado junto con sus criadores de la zona pantanosa del río Guadalquivir, en la costa atlántica del sur de España tuvo un impacto claro en el Nuevo Mundo. En 1971, el Congreso reconoció el mustang como un símbolo vivo "del espíritu histórico y pionero del Oeste" que sigue contribuyendo a la diversidad de formas de vida dentro de los Estados Unidos y enriquecer las vidas de los estadounidenses.
Ese espíritu y el sentido de la unión de los animales con el hombre sigue vivo en el punto de origen de los mustangs ', las marismas del Parque Nacional de Doñana en la región occidental de Andalucía, la parte sur de la península Ibérica, que también encarna Sevilla.
La Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño en España estaba formada por descendientes de personas que, en la antigüedad, crearon un pacto entre el dios de los mares y los caballos, y ahora trabaja para preservar la forma de vida de la última población de caballos salvajes que viven en la libertad.
En 2015, con la ayuda de la Asociación de Criadores de Ganado Marismeño, fotoperiodista David Rengel documentó la "La Saca de las Yeguas," o "Fuera de los Mares" festival, un evento anual que se lleva a cabo en Andalucía a finales de junio. Los esfuerzos de la asociación han sido cruciales para la preservación de los caballos Retuerta y Marismeño, dos razas raras que son algunos de los más antiguos de Europa y autóctona de Andalucía. Ambos se han colocado en la lista de especies en peligro de extinción.
Cada año, los caballos hacen la peregrinación sagrada del Parque Nacional de Doñana, considerada la mayor reserva ecológica de Europa y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994, en la localidad de Almonte, antes de ser paseado por la aldea del Rocío,