Un artilugio que podría acabar con las “cacas de perro” y los malos olores en los lugares públicos. Se trata de un inodoro automático fabricado con Gelcoat que funciona con una cisterna convencional conectada a la red de saneamiento como cualquier inodoro normal. El inodoro cuenta con un sensor de infrarrojo que descarga el agua cuando el animal ha terminado de hacer sus necesidades, por lo que gracias a este diseño se garantiza una fácil limpieza de uso que en el caso de los gatos, proporciona además una alternativa mucho más higiénica.
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Eso existía hace tiempo el problema es que las mascotas pasan de esos inodoros prefieren el árbol.