Y más cosas: por ejemplo, estaban prohibidos los visillos y cortinas en las ventanas, porque un buen cristiano no debería tener nada que ocultar, el teatro, los bailes y la música estaban o prohibidos o estrictamente regulados y sujetos a fuertes impuestos, prohibieron el regateo porque pedir un precio excesivo y alabar en demasía las bondades del producto era mentir y robar, etc, etc.
En resumen eran un puñado de aguafiestas verdaderamente insoportable. Talibanes es lo mínimo que se les puede decir.
Su policía religiosa controlaba el día a día de los ciudadanos de Ginebra, se apostaban en los alrededores del lago Lemans – donde los ginebrinos disfrutaban de sus “picnics” – para comprobar que los fieles no disfrutaban del placer, llegando a probar la comida para ver que no estaba demasiado buena so pena de prisión.
Yo voy a hacer como #1 y voy a copiar y pegar un párrafo al azar de la noticia, a ver si me dan karma:
Desde su exilio en Ginebra (Suiza), la ciudad se regía por los principios de la Reforma tal como Calvino los había definido en sus ordenanzas eclesiásticas, basadas en su obra magna, “Institución de la religión cristiana”. Ginebra se convirtió en el destino de muchos protestantes huidos de otros países. El fanatismo de Calvino llevó a la hoguera a Miguel Servet.
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Y más cosas: por ejemplo, estaban prohibidos los visillos y cortinas en las ventanas, porque un buen cristiano no debería tener nada que ocultar, el teatro, los bailes y la música estaban o prohibidos o estrictamente regulados y sujetos a fuertes impuestos, prohibieron el regateo porque pedir un precio excesivo y alabar en demasía las bondades del producto era mentir y robar, etc, etc.
En resumen eran un puñado de aguafiestas verdaderamente insoportable. Talibanes es lo mínimo que se les puede decir.
#4 Lo de las cortinas abiertas de las ventanas aún es costumbre en los países nórdicos.
Su policía religiosa controlaba el día a día de los ciudadanos de Ginebra, se apostaban en los alrededores del lago Lemans – donde los ginebrinos disfrutaban de sus “picnics” – para comprobar que los fieles no disfrutaban del placer, llegando a probar la comida para ver que no estaba demasiado buena so pena de prisión.
Yo voy a hacer como #1 y voy a copiar y pegar un párrafo al azar de la noticia, a ver si me dan karma:
Desde su exilio en Ginebra (Suiza), la ciudad se regía por los principios de la Reforma tal como Calvino los había definido en sus ordenanzas eclesiásticas, basadas en su obra magna, “Institución de la religión cristiana”. Ginebra se convirtió en el destino de muchos protestantes huidos de otros países. El fanatismo de Calvino llevó a la hoguera a Miguel Servet.
Pues yo voy a romper la tónica, y a no decir nada en mi comentario.